De acuerdo con habitantes, los mensajes no sólo iban dirigidos contra supuestos integrantes de la delincuencia organizada, sino también contra autoridades auxiliares de distintas comunidades de la región, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de las familias.

La manta hacía referencia a una supuesta limpia en el sector, advirtiendo que cualquier persona que se haga pasar como integrante de una célula criminal sería objeto de represalias. Esta amenaza elevó el nivel de tensión entre los vecinos, quienes temen que se recrudezca la violencia en la zona.

Los ciudadanos denunciaron que el Ayuntamiento de Texcoco no ha brindado la seguridad necesaria para garantizar la tranquilidad en la zona, pese a que los índices delictivos han ido en aumento.

También cuestionaron que las patrullas recientemente entregadas por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y el Gobierno del Estado de México se concentren en la zona centro y en la protección de funcionarios municipales, mientras localidades periféricas permanecen en la incertidumbre.