CIUDAD DE MÉXICO, 26 de junio de 2025. - Lo que parecía ser una contingencia climatológica debido a las lluvias torrenciales, culminó en un Huracán Ambulante sin riesgo alguno para la población, debido a la presencia de Enrique Bunbury en los escenarios mexicanos, quien a través de su música y energía hizo vibrar las inmediaciones del Estadio GNP.

Así fue, con un concierto muy visual desde su primera aparición al escenario, hasta la última melodía, Bunbury deleitó a los asistentes con su característica voz. El músico español hizo su regreso triunfal a los escenarios de Ciudad de México, luego de su retiro temporal, demostrando que viene mejorado y con las ganas de seguir regalando lo que mejor hace: cantar y disfrutar de su público y los escenarios.

Y es que a pesar del aguacerazo que cayó horas antes del recital en el Estadio GNP, las casi 60 mil almas que se dieron cita aguantaron los embates del clima, los retrasos, el caos para llegar, los tiempos de esperar y hasta una posible cancelación que comenzó a rondar por ahí debido a la cantidad de agua que caía de los nubarrones capitalinos.

Pero el Huracán Ambulante de Enrique Bunbury le ganó al mal clima, y cerca de las 21:30 horas arrancó la presentación el aragonés; con la proyección de una cinta de la época de Lumière cada uno de los integrantes comenzaron a aparecer en el escenario al ritmo del Club de los Imposibles, cuando al fin hizo su aparición Enrique Bunbury, con traje rojo, camisa negra y lentes al estilo Morrison, comenzó el tan inolvidable recital.

Como parte del regalo a sus fans, interpretó sus éxitos De mayor y El extranjero, donde pidió a los asistentes su participación en los coros, que todo pulmón cantaron: “Pero allá dónde voy, me llaman el extranjero. Dónde quiera que estoy el extranjero me siento”, con un gesto de agradecimiento a sus asistentes supo corresponder a su púbico su cálido recibimiento a tierras aztecas.

“Buenas noches, bienvenidos, gracias a Tláloc que ha hecho una pausa... para que celebremos estos 20 años desde el último concierto con El Huracán Ambulante”, expresó el exvocalista de la mítica banda de rock española Héroes del Silencio. Mientras era ovacionado por más de 60 mil almas quienes gritaban su nombre.

Continuó con la serie de éxitos y presentó sus nuevos temas de su más reciente producción entre los que destacaron Puedes a todo acostumbrar, Solo si me perdonas, Infinito, Bing Bang, con los que los asistentes pudieron deleitarse con cerveza en mano o abrazados de su pareja a quienes pudieron dedicar algunas rolas, o incluso algunos pudieron viajar a esos recuerdos para reencontrarse con amores lejanos, desamores, pérdidas, tristezas, alegrías, pero sobre todo, felices de poder conectar con su música y reencontrar sentimientos en cada uno de los asistentes.

El Rescate, Que tengas suertecita, Las Chingadas ganas de llorar, Sácame de aquí, y Sí, fueron momentos no aptos para los de corazón blando, donde los miles de asistentes derramaron alguna que otra lágrima.

Bunbury supo conectar con su gran público y sus emociones, y por ello les regaló Apuesta por el rock and roll seguido de Enganchado a ti para culminar la agresividad de su Huracán Ambulante con Lady Blue, con la que parecía su despedida de su público mexicano.

Pero su salida del escenario era solo para cambiarse y quedarse con el chaleco, su sombrero andaluz y decir. “Sé que es un día a la semana y que debéis regresar a casa, pero les pido que no lo hagan que aún hay más” fue la sentencia que hizo el cantante para dar un cierre muy emotivo con Parecemos tontos, Serpientes, y luego se sentó a la orilla del escenario para regalarles a su público chilango el aguante de esperarlo, mojarse y no moverse con El jinete, versión especial de José Alfredo Jiménez, que disfrutó tanto que en sus ojos salían lágrimas de emoción que transmitió a su amado público.

Antes de despedirse dedicó a todos aquellos que alguna vez se han sentido que no valen nada en la vida, a los que han caído en depresión y tristeza, a que se levanten, ya que aseguró que a este mundo se viene a disfrutar y levantarse de todo con El viento a favor, para al fin degradarse el Huracán Ambulante con Al final.