Introducción

Factores internos que explican la reducción de la pobreza (2018–2024)

El primer factor fue el incremento sustantivo del salario mínimo. Entre 2018 y 2024, el salario mínimo tuvo un aumento de 110 por ciento, lo que benefició a millones de trabajadores y redujo la proporción de la población con ingresos laborales por debajo de la línea de pobreza.

Un segundo factor fueron los programas sociales universales y no condicionados impulsados por la administración federal, como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, las Becas Benito Juárez y el programa Sembrando Vida. Estos programas ampliaron de manera directa la capacidad de consumo de los hogares en situación de vulnerabilidad.

En tercer lugar, el flujo récord de remesas enviado por mexicanos en Estados Unidos representó un alivio económico para millones de hogares rurales y urbanos. En 2022 se alcanzaron más de 58 mil millones de dólares en remesas, una cifra histórica que incidió en la reducción de carencias por ingreso.

Finalmente, debe destacarse el papel del empleo formal y la estabilidad macroeconómica. Aunque la informalidad laboral se mantuvo elevada, la recuperación del empleo tras la pandemia, sumada al crecimiento de sectores exportadores ligados al T-MEC, ayudó a mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria.

Desafíos estructurales para mantener la reducción

La reducción de la pobreza en el periodo 2018–2024 mostró avances relevantes, pero sigue enfrentando obstáculos estructurales:

1. Alta informalidad

2. Desigualdades regionales: el sur-sureste presenta rezagos mayores en salud, educación e infraestructura


3. Debilitamiento institucional: la eliminación del papel del CONEVAL en la evaluación de políticas públicas limita la capacidad de diagnóstico independiente

Para consolidar los logros, México requiere fortalecer el empleo formal, garantizar un sistema de protección social universal y los organismos de evaluación de la política social.

El impacto de la política de Donald Trump

Durante la administración de Donald Trump (2017–2021), la política hacia México tuvo tres componentes que afectaron la lucha contra la pobreza:


Aranceles y comercio: Las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles generalizados a productos mexicanos pusieron de relieve la fuerte dependencia económica entre ambos países. Tales medidas, además de afectar al empleo y las exportaciones en México, resultan contraproducentes para los consumidores norteamericanos, al encarecer bienes de consumo masivo y poner en riesgo la competitividad de industrias integradas en América del Norte, en particular la automotriz. Frente a este escenario, México ha jugado un papel estratégico y paciente, evitando precipitarse en la confrontación y privilegiando la negociación diplomática y comercial. Esta actitud no solo permitió contener riesgos en el sexenio 2018–2024, sino que hacia 2025 se presenta como una estrategia clave para enfrentar posibles nuevas presiones arancelarias, al tiempo que se avanza en la diversificación de mercados internacionales con el apoyo de las grandes automotrices estadounidenses que dependen de las cadenas productivas instaladas en México.

Migración: México fue presionado a desplegar la Guardia Nacional en la frontera sur para frenar los flujos migratorios. Esto desvió recursos internos y limitó la capacidad de atención social en comunidades receptoras de migrantes.

Discurso de seguridad y terrorismo: La narrativa que vinculaba migración con crimen organizado tensó la relación bilateral y reforzó la dependencia de México respecto a la agenda de seguridad estadounidense.

Conclusión