JOCOTITLÁN, Estado de México., 14 agosto de 2025.– La rehabilitación de presa El Bordo, ubicada en Jocotitlán, marca un paso importante para garantizar el riego y la estabilidad productiva de la región. Después de los daños ocasionados por las lluvias intensas de septiembre de 2024, esta obra se convirtió en una prioridad para autoridades y productores locales, quienes trabajaron de forma coordinada para devolverle su operatividad.
Coordinación y compromiso
Del 6 de junio al 4 de julio de este año, el Programa de Préstamo de Maquinaria en Zonas Rurales de la Secretaría del Campo puso a disposición un tractor D6 especializado para atender la fractura en la cortina de la presa. El Gobierno del Estado de México (EMX) y el municipio de Jocotitlán colaboraron estrechamente: el ayuntamiento aportó combustible y operador, mientras que los productores participaron de manera activa en las labores.
María Eugenia Rojano Valdés, titular de la Secretaría del Campo, subrayó la importancia de esta rehabilitación de presa: “después del siniestro del año pasado, logramos reunir esfuerzos para prestar la maquinaria adecuada y reparar la fractura, en coordinación con el municipio y los productores”.
Proceso técnico de la obra
Las labores incluyeron la limpieza y retiro de vegetación en la zona dañada, excavación en forma de caja y relleno en capas escalonadas. Este procedimiento permitió reforzar y estabilizar la cortina de la presa, reduciendo el riesgo de deslizamientos y asentamientos que pudieran comprometer su funcionamiento en el futuro.
Para la presidenta municipal, Aylin López González, esta rehabilitación de presa es una muestra del respaldo estatal al desarrollo rural: “este proyecto benefició a más de 110 hectáreas y a más de 200 productores; hace 60 días comenzamos y hoy vemos el resultado”, afirmó.
Impacto directo en la producción
La presa El Bordo tiene una capacidad aproximada de 320 mil metros cúbicos de agua, suficiente para abastecer el riego de 110 hectáreas destinadas principalmente al cultivo de maíz. Con esta rehabilitación de presa, se asegura la continuidad de las siembras, la mejora en la productividad y el bienestar económico de las familias campesinas de la región.
Además, el proyecto fortalece la seguridad hídrica en un contexto en el que el cambio climático y la variabilidad de lluvias pueden poner en riesgo las cosechas. Mantener la infraestructura en óptimas condiciones no solo es un acto de prevención, sino también una inversión estratégica para el futuro agrícola del municipio.