Foto: Juan Samuel Coronel

Torres Adalid, considerado el hombre más acaudalado de su tiempo, cimentó su riqueza en la producción de pulque proveniente de sus haciendas de San Antonio Ometusco y San Miguel Ometusco, ubicadas en Axapusco. La opulencia de estos recintos era tal que su mobiliario fue importado de Europa, contaban con energía eléctrica y hasta con un ramal ferroviario propio para transportar la bebida hasta la Ciudad de México.

Foto: Juan Samuel Coronel

Hoy en día, estas ex haciendas permanecen como joyas arquitectónicas que invitan a rememorar el esplendor de antaño. En ellas se puede disfrutar de recorridos turísticos, degustar platillos tradicionales, hospedarse o realizar eventos sociales y empresariales. A la oferta se suman otros recintos históricos como las ex haciendas de Soapayuca y La Jalpa.

Foto: Juan Samuel Coronel

Además, la tradición pulquera se reinventa con nuevas propuestas como el destilado de pulque Meyotl, que rescata y actualiza la herencia de esta bebida ancestral en la región.

Axapusco se erige así como un destino donde la historia, la cultura y el turismo se entrelazan, ofreciendo a visitantes nacionales y extranjeros la oportunidad de conocer y disfrutar de la antigua tierra del pulque.

Foto: Juan Samuel Coronel