TOLUCA, Edomex., 28 de agosto de 2025.- Alejandro Moreno Cárdenas no sólo exhibió su falta de educación al enfrascarse en una pelea callejera en el pleno del Senado, sino también dejó claro que es un político altivo, soberbio y que en su prepotencia fue capaz de pisotear a un empleado del senador Gerardo Fernández Noroña.

Emiliano González González es un prestador de servicios profesionales externo al Senado, no cuenta con seguridad social por estar en el régimen de honorarios y hoy es uno de los más afectados por el zafarrancho que inició el senador del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas.

Tiene lesiones en el cuerpo y, para poder recuperar la movilidad en su cuello, le tuvieron que colocar un collarín y una especie de brazalete en el brazo, tras los golpes que recibió de parte de los senadores del PRI: Alejandro Moreno Cárdenas, Carlos Eduardo Gutiérrez Mancilla, Pablo Guillermo Angulo Briceño, Erubiel Lorenzo Alonso Que y Rubén Ignacio Moreira Valdez.

A Emiliano no sólo lo empujó contra el suelo el dirigente nacional del PRI, sino también intentó darle de bofetadas cuando se encontraba derribado, lo pateó y hasta le lanzó amenazas para demostrar su poder como senador del tricolor.

A Alejandro Moreno Cárdenas no le importa el pueblo; ayer golpeó y sobajó a un humilde trabajador que se ganaba la vida como cualquier otro camarógrafo y reportero en el Senado al servicio de Gerardo Fernández Noroña.

En videos que ya se volvieron virales, se aprecia que Emiliano en ningún momento amedrentó a Alito Moreno; al contrario, sólo intentó calmar los ánimos a través del diálogo, pero eso sólo desencadenó la furia del dirigente nacional del PRI, que reaccionó con más violencia.

La actitud de Alejandro Moreno Cárdenas ha dejado claro que su lucha no es contra el régimen de Morena, sino más bien ha quedado revelado que tiene en su ADN la misma soberbia y el poder que por años ejerció en los años de gloria el PRI, ese partido que golpeaba y hasta mataba inocentes sin importarle quién fuera.

Alito Moreno mostró el cobre, dejó en evidencia que, si algún día regresan al poder, pisotearán al que no piense como ellos y, en su venganza, estarán dispuestos a golpear y a quitarse del camino a quienes hoy no creen en el PRI.