Por primera vez en nuestra historia, el pueblo mexicano elegirá de manera directa a quienes integrarán el Poder Judicial de la Federación. Esta decisión marca el inicio de una nueva etapa en la vida democrática del país, donde la justicia ya no será patrimonio exclusivo de élites, sino resultado de la voluntad popular.

Con esta transformación, no solo se fortalece el principio de soberanía popular que establece que todo poder público dimana del pueblo. También se abre la posibilidad de construir un Poder Judicial más legítimo, más transparente, más responsable ante la sociedad a la que sirve. No se trata únicamente de cambiar los mecanismos de designación; se trata de renovar el vínculo entre la justicia y la ciudadanía.

Este cambio tiene implicaciones profundas: obliga a todos los actores políticos, sociales y mediáticos a asumir con madurez la nueva etapa institucional. También impone a las y los ciudadanos una renovada responsabilidad: informarse, participar, vigilar y decidir con sentido ético y compromiso democrático.

La justicia no puede estar alejada de la voluntad popular. Hoy tenemos la oportunidad de acercarla al pueblo. Aprovechémosla. Este 1º de junio, hagamos historia. No como espectadores, sino como protagonistas de una democracia más viva, más profunda y más justa.

Foto: Quadratín Edomex