Quien ya perdió el piso y se subió a un trono para hacer de su gestión una dictadura donde el que no obedece es despedido, es el alcalde del Partido del Trabajo (PT) del municipio de Calimaya, Omar Guillermo Sánchez Velázquez, a quien acusan de nepotismo, corrupción y de encabezar una serie de despidos masivos en su administración.

Acusan que el presidente municipal no sólo mantiene una ola de despidos injustificados en el interior del Ayuntamiento, sino también los está condicionando a que se retiren por las buenas y será hasta en enero del 2026 cuando les pague sus respectivas liquidaciones, siempre y cuando no demanden. 

En un acto total de autoritarismo, Sánchez Velázquezintenta retenerles el finiquito a los empleados despedidos, para acomodar a sus allegados, amigos y hasta aquellos que invirtieron capital en su campaña, así lo cuentan los afectados.

El alcalde que ganó con la coalición de la 4T hoy ya no es querido en Calimaya, al contrario, sus votantes se arrepienten de haberle dado voto a un personaje que hoy abusa de su autoridad y gobierna con foráneos sin interés por el progreso del pueblo bueno de Calimaya.

Omar Guillermo Sánchez Velázquez, parece que esta urgido en acomodar a sus allegados en posiciones claves y en su afán de cumplir con sus compromisos, se está negando a hacer lo que dicta la ley; este golpe a la burocracia sin duda le será suficiente para sepultar su carrera política.