TOLUCA, Edomex., 21 de agosto de 2025.- El tan cuestionado tabasqueño Jorge Amílcar Olán Aparicio ahora quiere apoderarse del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ha elegido aliarse con dos ambicioncitas al poder: José Ricardo Monjarás Vera, jefe de la División de Evaluaciones de Equipamiento, y Susana Gabriela Negrón Rodríguez, titular de la Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo (CPSMA).

Así lo refleja su reciente alianza entre la gente del IMSS con los empresarios Roberto Dagnino Acuña y Alfonso Dagnino Romo, directores de Biosistemas y Seguridad Privada, empresas que junto al famoso Clan han cosechado una gran cantidad de contratos en los últimos seis años.

Estos empresarios no son nuevos en los negocios turbios. Por ejemplo, Roberto Dagnino Acuña es cuñado del exgobernador de Sonora Guillermo Padrés, y desde esa posición ha logrado infiltrarse en las dependencias federales para ser beneficiado con contratos millonarios.

Alfonso Dagnino Romo es su sobrino, y juntos se unieron a Jorge Amílcar Olán Aparicio para seguir enriqueciéndose a costa del erario. Hoy, en su camino, sumaron a los chiapanecos que formaron su propio cartel de licitaciones: Susana Negrón y José Ricardo Monjarás, así lo relatan servidores públicos del IMSS.

Desde el interior del IMSS, los responsables de firmar documentación y que son ajenos a las corruptelas de los funcionarios de alto nivel, detallan que esta alianza ha ocasionado que el cartel chiapaneco asigne de manera directa o en licitaciones a modo contratos a la empresa Biosistemas y Seguridad Privada.

Les ha encargado tareas relacionadas con la seguridad privada, abasto de medicamentos e incluso la adquisición de computadoras de bioimpedancia para la medición de gasto cardiaco.

José Ricardo Monjarás Vera y Susana Gabriela Negrón Rodríguez siguen haciendo de las suyas en el IMSS. Parecen intocables, siguen manchando la imagen presidencial al intentar aliarse con empresarios que, al menos, la presidenta Claudia Sheinbaum tiene vetados por corruptos.

Hoy, de nuevo, los servidores públicos honestos que laboran en el IMSS alzan la voz y señalan a los responsables para que la presidenta les ponga un alto y dejen de enriquecerse a costa de la salud de los mexicanos.