TLALNEPANTLA, Edomex., 13 de junio de 2025.- El sacerdote Antonio N, miembro de los Legionarios de Cristo y exdirector de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac, fue detenido por elementos federales en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Las autoridades lo trasladaron al penal de Barrientos, en Tlalnepantla, Estado de México, luego de que un juez de la entidad emitiera una orden de aprehensión por presunta violación agravada contra un menor de edad.
La detención, responde a una denuncia presentada en enero de este año, en la que se señalan al menos tres agresiones cometidas entre 2004 y 2011 en el municipio de Naucalpan. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó que el caso será presentado ante un juzgado especializado con sede en la región, que determinará las siguientes medidas judiciales.
Tlalnepantla, sede del proceso judicial
El caso ha cobrado relevancia no solo por la naturaleza de las acusaciones, sino también por el perfil del imputado quien desempeñaba un cargo directivo en el Centro Anáhuac de Desarrollo Estratégico en Bioética (CADEBI) y tenía una trayectoria académica destacada en instituciones como la Universidad Anáhuac y la UNAM. Ninguna de estas entidades ha emitido comentarios tras la detención, mientras que la congregación religiosa a la que pertenece afirmó estar dispuesta a colaborar con las autoridades civiles.
La decisión de trasladarlo al penal de Barrientos, en Tlalnepantla, subraya la jurisdicción mexiquense del caso, en un contexto donde la Fiscalía del Estado de México ha reforzado en los últimos años su actuación en casos de delitos sexuales, particularmente aquellos vinculados con instituciones religiosas.
Este nuevo caso se suma a una serie de denuncias históricas que han involucrado a miembros de los Legionarios de Cristo, congregación que ha sido objeto de escrutinio desde hace más de dos décadas, especialmente por su cercanía con figuras como Marcial Maciel, su fundador, señalado por múltiples abusos cometidos a lo largo de su vida. Aunque la orden religiosa ha enfrentado procesos de reforma interna, hechos como este vuelven a poner bajo la lupa sus mecanismos de vigilancia y transparencia.
Mientras la audiencia inicial se aproxima y el proceso legal avanza en territorio mexiquense, el caso se mantiene en desarrollo y representa un desafío para instituciones que históricamente han gozado de prestigio académico y religioso en la región.