¿Cómo ayudar a las autoridades?

Considero que la mejor manera de hacerlo es una crítica constructiva de sus actos, señalar errores y su solución; sus aciertos todos se los elogian y no vale la pena repetirle lo que sus amigos le dicen, pero para que se enteren se requiere de un canal de comunicación, que en estos tiempos lo constituye el correo electrónico.

Mancera no publica en la página del GDF el suyo, aparece un Servicios y Atención Ciudadana para enviar quejas y comentarios. Considerando que el trámite de la reposición de la Tarjeta de Circulación en el DF constituye una molestia y peligro para los ciudadanos, el 9 de marzo presenté mi queja (folio SAC 14030628) la que fue transferida al funcionario adecuado el 19 de marzo. Estamos en mayo y no hay ninguna respuesta.

Para la reposición y tarjeta piden originales y copias de documentos que se entregaron cuando se registró el coche o tenencias que el GDF tiene en sus archivos. Las copias requieren cerca de 60 metros cúbicos anuales para almacenarse (dudo que las guarden) y dado que son 700 mil tramites anuales, las filas en las oficinas son eternas; y son peligrosas porque se llevan todos los documentos del coche lo que incita al asalto de los dueños. Lo que se necesita es que el pagar la reposición se anotan las placas y el GDF verifica que no haya tenencias, verificaciones o multas pendientes para avisar por correo que puede pasar a recoger su tarjeta. Si hay algún problema se le avisa cual es para que lo resuelva. Esto obliga a que el domicilio sea el correcto.

El otro tema del que tendría que informar Mancera es el estudio de la licitación de la Línea 12 que llevó a la renta de convoyes y construcción de vías, que claramente son inferiores a los que llevan 40 años de funcionamiento. Para esta decisión hay dos posibilidades, en la licitación se usaron datos falsos por parte de los constructores o el comité selector no sabe leer especificaciones. En el primer caso se puede demandar a los constructores por fraude y rescindir los contratos y en el segundo caso es difícil pensar que fue un error inocente sin que hubiera ninguna recompensa asociada a la decisión. Vivimos en un país en donde no se conoce la palabra corrupción, solamente se practica. Nosotros tenemos la culpa por votar por políticos corruptos, porque no aceptan las candidaturas ciudadanas.