La Polémica | Al olvido la CUSAEM y el ISSEMyM
La curiosidad es una característica innata del ser humano. Sentir curiosidad por diversos temas, es una señal de que las personas se encuentran en un estado mental y cognitivo sano. Sin embargo, el exceso de curiosidad acerca de la información personal e íntima de los demás, se considera una falta de respeto y educación, convirtiéndose en lo que popularmente llamamos “ser metiche”.
Las personas metiches están por todos lados, por ejemplo ese compañero de la oficina que siempre está al pendiente de lo que hacen los demás o aquel que nadie invitó a la fiesta, pero siempre se hace presente y así, podríamos enumerar diferentes clases de personas metiches, y no alcanzaría esta página para describirlos, el punto es, ¿por qué existen las personas metiches?, ¿es cuestión de una mala educación o son gente que nace destinada a ser metiche? Y lo más importante, ¿se pueden combatir?
Primero definiré la palabra “metiche”. El diccionario de la Real Academia de la Lengua refiere que la palabra correcta es “entremetido o entrometido”, “metiche” es un adjetivo popular que preferimos utilizar en algunas partes de América Latina para describir a la persona que está en donde no la llaman.
Ahora bien, las personas que acostumbran ser metiches, en efecto, no fueron orientadas en su momento acerca del respeto que deben guardar hacia las otras personas. Quienes son metiches, regularmente no tienen la conciencia de que es malo lo que hacen, porque forma parte de su personalidad.
Los metiches son personas que no están en equilibrio consigo mismas, carecen de autoestima, pero difícilmente lo reconocerán o podrán percatarse de ello. Regularmente suelen criticar y señalar en los demás aquellas circunstancias que por alguna razón personal, les genera un conflicto interior. Detrás de un metiche, puede haber un gran manipulador. Son personas nocivas, que pueden llegar a crear grandes problemas financieros, familiares y de otra índole.
Pero entonces ¿cómo lidiar con los metiches?, hay maneras inteligentes para combatirlos, la mejor es confrontarlos de forma sutil, sobre todo si el “metiche” es un espía del jefe o peor aún si se trata de la mamá de tu novio o esposo, podrías tener problemas muy serios. En estos casos lo mejor es dialogar con la pareja o el jefe, ya que a ellos les corresponde poner un alto.
Si se trata de otras personas, ser cortante evitará llegar a un conflicto. Pero si con las características que has leído te sientes identificado (a), es tiempo de liberarte, puedes consultar a un especialista y buscar la manera de modificar esta conducta, porque seguramente has tenido problemas en tu relación con los demás.
Quien suele estar pendiente de los asuntos de los demás, se pierde de disfrutar de lo que les corresponde.
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