Balazos en el pie
¿Eres de las personas que juzgan antes de conocer?, por ejemplo ¿te ha sucedido que conoces a alguien y sin tener mayor información acerca de ella, das por hecho algunos aspectos de su vida o de su forma de ser tan solo por su aspecto?, es más, incluso hay personas que no las conoces y te caen mal o les caes mal sin conocerte ellas a ti, o qué tal ésta: tienes un hijo joven que viste pantalones rotos, sin cinturón, se ha hecho rastas, se ha tatuado y además tiene el antojo de colocarse un pearcing y le dices que no se vista así porque no lo tomarán en serio y con su clásico: “¿qué tiene de malo jefe/jefa? Tú le respondes -porque los tatuajes en mis tiempos sólo los llevaban las personas privadas de su libertad, que las rastas las traen las personas que no se bañan, etc-.
Esta predisposición personal que se traduce en comportamiento y conocemos como “prejuicio”, también responde al término “efecto halo” (Thorndike, 1920) y es una respuesta completamente natural en la primera impresión que nos causa una persona.
Este fenómeno está en todas partes e incluso podemos ser beneficiados o perjudicados por él, ya que a través de los medios de comunicación, sobre todo, hemos sido entrenados o condicionados para emitir esta respuesta porque todo el tiempo somos bombardeados con imágenes que nos hacen formar un juicio sobre las personas y para muestra, ahí les van algunos botones.
Si yo les preguntara qué características o atributos debe tener una persona exitosa, les aseguro que la imagen que la mayoría de ustedes evoca en su cabeza es un hombre o una mujer, atractivos, inteligentes, de buena clase social, bien vestido, guapo y algunos más hasta músculos les agregan si es hombre o figura de sirena en el caso de las mujeres.
Si alguien les preguntara cómo es que describen a una persona mala, tal vez hasta pensarían en expresiones de enojo en el rostro, tamaño o estatura de más de 1.80 cm, corpulento, tipo de vestimenta rasgada o sucia, etc.
Pero este comportamiento no sólo corresponde a los adultos; al respecto se han hecho interesantes estudios en los que participan niños. Recuerdo que en un congreso internacional de psicología en una Universidad del Estado de México, presentaron un estudio realizado por estudiantes mexicanos que consistía en preguntar a niños de entre 7 y 9 años de edad sobre el concepto que ellos tenían acerca de algunos adjetivos calificativos que se les dan a las personas.
Algunos de estos eran “fea” vs “bonita” y “bueno” vs “malo”, las respuestas variaron, pero lo más significativo fue que la mayoría de los niños relacionaron adjetivos positivos, incluso con un buen estatus económico, así como con habilidades intelectuales.
Finalmente, emitir un juicio sobre algo o alguien es parte de nuestro aprendizaje social; sin embargo, aprendamos a esperar a conocer un poco a los demás antes de juzgar, porque seguramente los demás también lo harán con nosotros.
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