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COACALCO, Edomex., 9 de febrero de 2014.- Aunque desde hace tres décadas, las autoridades estatales y municipales se han esforzado por evitar la tala clandestina en la Sierra de Guadalupe, hace falta una política más agresiva de reforestación y de recuperación del suelo, señalaron grupos ambientalistas de Coacalco y Ecatepec.
Ambientalistas como Ángel Jacques Flores, Benjamín Hernández, Víctor Zendejas Orozco y Rafael Alvarado, dirigentes de Guardianes del Ehécatl y de la Sierra de Guadalupe, ‘Franature Mahatma Ghandi’ y ‘Veredeando’, respectivamente, coincidieron en señalar lo anterior, y aseguraron que a pesar de que en esa área hay una gran cantidad de hectáreas de árboles, la cultura de tala ilegal ha desaparecido.
Los ecologistas sostuvieron que la única tala que se observa es la oficial; es decir, aquella encaminada a limpiar y mantener la zona, ya que hay mucho arbusto y bosques abundantes con ejemplares de encinos, que “lo mismo servirían para elaborar un banco que un mueble mejor diseñado”.
Ante ello, señalaron que a la par de las acciones gubernamentales antitala, está el hecho de que “las hectáreas nutridas de árboles se hallan en pleno corazón de la Sierra, en cuencas de difícil acceso”.
Víctor Zendejas, reconoció que es innegable que las autoridades, principalmente las estatales, vía coordinación de Conservación Ecológica en el Valle de México, “están haciendo su chamba, incluso ya entendieron que no se debe sembrar, como se hizo en otros años, especies de Eucalipto, de rápido crecimiento, que se plantaron con el supuesto fin de crear una barrera ante el polvo generado en el ex lago de Texcoco, pero que generaron degradación del suelo y lo esterilizaron porque su raíz consume mucha agua y no tenemos koalas para que se coman las hojas”.
Por tal motivo, ahora la tarea es recuperar esas hectáreas, como se está haciendo en Ecatepec. Asimismo, en parajes como ‘El Amigo’, los Guardianes del Ehécatl han sembrado un aproximado de cinco hectáreas con pino grequi, apto para esta parte de la Sierra, para generar la recarga de los mantos freáticos y su recuperación, apto para las acacias, el pino, el huizache, el tejolote, entre otros.
Asimismo, agrego que «es plausible que se lleve a jóvenes a sembrar árboles y otras especies en las campañas de reforestación, pero también es necesario que ellos regresen para ver y cuidar de su árbol, porque de mil no se logran 100, situación que reconocen las mismas autoridades», dijo el ambientalista.
Dijo que en el 2013, en la Sierra de Guadalupe, se sembraron 50 mil árboles en la zona de Tlalnepantla, 25 mil en Coacalco y otros tantos en Ecatepec.
Sin embargo, el alcalde de Tlalnepantla Pablo Basáñez García, calculó que de los 50 mil, se daría quizá el 60 por ciento, “que es un buen porcentaje, pero puede ser mejor si cada joven y niño adopta un árbol, si se reforesta con las especies adecuadas, como viene haciendo Gerardo Valverde desde la coordinación, y si se equipa debidamente a los guardabosques y se amplía su número, con vehículos, además de pagarles bien. Este gran pulmón vale cualquier inversión”, concluyó.