La Polémica | Las traiciones del alcalde de Zinacantepec
Hace un año -el 15 de febrero de 2013-, el Frente Popular Campesino Revolucionario Francisco Villa reportó la desaparición de Luis Enrique Granillo Martínez, a dos días de que anunció la creación de policías comunitarios en municipios del sur del Estado de México. La duda cabe: ¿Quién lo desapareció?, ¿el crimen organizado?, ¿el gobierno de Eruviel Ávila? ¿Está en la cárcel?, ¿está muerto?, ¿está vivo?
La duda es razonable. Nadie, ni una sola voz se ha escuchado sobre la desaparición de Granillo, hombre de buena voluntad, comprometido con la población mexiquense del sur de la entidad, con ideología de izquierda y la firmeza de ayudar a campesinos a mejorar su producción agrícola.
Él, como miles de mexiquenses, se cansó del acoso del crimen organizado. Intentó y soñó -hace un año- crear policías comunitarias o grupos de autodefensas en municipios como Amatepec y Tlataya, como ya estaba ocurriendo en Michoacán y Guerrero.
Pero no lo logró. Desapareció junto con Tirso Madronio Pérez Antonio, también integrante del Consejo Nacional Revolucionario, oriundo del municipio de Villa Guerrero Estado de México.
El Consejo Nacional del Frente Popular Campesino Revolucionario Francisco Villa alertó que Luis Enrique Granillo desapareció cuando viajó al municipio deTejupilco, Estado de México, para anunciar días antes la conformación de policías comunitarias.
De ahí, todo fue silencio. El gobierno de Eruviel ni se dio por enterado, ni el crimen organizado se acreditó el hecho. ¿Qué pasó ese jueves 15 de febrero de 2013? Nadie lo sabe.
Apenas, Luis Pantoja Ríos, conductor de Al Instante de Radio Capital, retomó el tema y mencionó que el vocero de la Procuraduría estatal, Claudio Barrera Vargas, le informó que Luis Enrique Granillo está vivo, pero fue desmentido por la periodista Marycarmen Moreno Aguilar.
¿En que se basa Claudio Barrera para afirmar ante Luis Pantoja que Granillo no está desaparecido? ¿Puede presentar una prueba de vida?, ¿una investigación de su búsqueda? ¿El estado mexiquense sabe algo? ¿Granillo se hizo el mártir o le dio miedo y se escondió?
El crimen organizado acostumbra dejar a hombres ejecutados y con mensajes amenazantes, pero tampoco dejó alguna evidencia. No se sabe si se lo llevó y lo enterró en alguna fosa clandestina.
Lo peor es la incertidumbre en la que vive su familia, sus compañeros del Frente Popular Campesino Francisco Villa, sus amigos más cercanos.
El gobierno del Estado de México ni se preocupa ni ocupa, para ayudar a aclarar la desaparición de Luis Enrique Granillo. ¿Es el único que sabe lo que pasó?
Lo que sabemos es que Luis Enrique Granillo perteneció al Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue asesor del primer legislador perredista en el sur mexiquense, el famoso Guillermo González Hernández, alias «El Satán», uno de los participantes en el Tejupilcazo, el 12 de diciembre de 1990, con el resultado de tres muertos y 69 heridos, después de un proceso electoral.
Sin embargo, se decepcionó de este partido porque no cumplía con su tarea de ayudar al campesinado y frenó sus proyectos agropecuarios, por ello se unió al frente popular villista, para sacar adelante planes de cultivo de stevia, un endulzante para personas con diabetes, entre otros.
Pero la presencia del crimen organizado no lo dejaba avanzar en su ayuda al campesinado sureño.
El Frente Popular Campesino Revolucionario Francisco Villa, de hecho, empezó a tener presencia en el sur del Estado de México a finales del 2012 (hizo una presentación pública el 16 de noviembre de aquel año en Ixtapan de la Sal), con interesantes proyectos sociales para los municipios de Coatepec Harinas, Villa Guerrero, Tejupilco, Amatepec y Cacahuamilpa en Guerrero.
Este frente ofreció proyectos viables para ayudar a las familias campesinas a mitigar la pobreza, pues durante décadas fueron olvidadas por el gobierno del Estado de México.
La idea de Luis Enrique Granillo y los frentistas villistas era conformar las primeras 10 asociaciones locales de productores rurales para la siembra de fresa, flor, stevia; para cría y engorda de ganado, así como proyectos acuícolas.
Además, el desarrollo de proyectos ecoturísticos en Ixtapan de la Sal, Villa Guerrero, Tonatico, Coatepec Harinas, Tejupilco, Amatepec, Tlatlaya y San Felipe de Progreso.
Granillo tenía mucho interés en atender la zona sur mexiquense por las condiciones de pobreza, el abandono oficial e intentaba crear un centro de capacitación e investigación para la ayuda del campesinado, pero todos estos proyectos estaban siendo frenados por la presencia del crimen organizado, que ya repetía el mismo esquema que en Michoacán.
Por ello, cansado de la inseguridad, anunció la creación de la policía comunitaria, en una conferencia de prensa, en la que anunció el movimiento similar como estaba ocurriendo en ese momento en Tierra Caliente en Michoacán.
Granillo sostuvo que las autoridades mexiquenses sabían que grupos criminales estaban en Tejupilco, Luvianos, Amatepec, Almoloya de Alquisiras, Zacualpan y Tlatlaya.
«Las comunidades alrededor del Frente Popular han decidido el día de hoy conformar, en un proceso lento, violento y a la vez muy peligroso, tomar la seguridad en sus comunidades; sabemos perfectamente el riesgo que esto representa, la vida de los que estamos aquí presentes el día de hoy, lo sabemos perfectamente señores, pero no tenemos miedo de dar la vida por el sur del Estado de México», fueron sus últimas palabras hechas públicas hace un año.
Pero la policía comunitaria para el sur quedó en intento. Luis Enrique Granillo desapareció. A un año, la familia, los frentistas, el gobierno del Estado de México y las organizaciones sociales deben de romper el silencio.