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TOLUCA, Edomex., 20 de enero de 2014.- En los últimos meses, la presencia de personas de la tercera edad que solicitan ayuda económica a automovilistas y peatones que deambulan por las principales calles y vialidades de la ciudad, se ha incrementado de forma sustancial.
Hasta hace una década, en los principales cruceros de la capital mexiquense sólo se observaba a voceadores de periódicos y uno que otro limpiaparabrisas; no obstante, durante los últimos tres años, en dichos espacios públicos no sólo hay un ejército de adolescentes, jóvenes y señores dedicados a limpiar automóviles a cambio de unas monedas, sino también personas de la tercera edad que solicitan la solidaridad de sus vecinos: dinero.
Con dificultades para hablar, e incluso para sostenerse en pie, los integrantes de la senectud mexiquense que optan por pedir dinero para poder subsistir, aguardan de forma paciente la luz roja del semáforo, tocan el vidrio del conductor y estiran la mano.
De acuerdo con Gabino González Becerril, economista e investigador de estudios de la población en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), del millón 200 mil personas de la tercera edad que hay en la entidad, alrededor de 900 enfrentan severos problemas, pues están llegando a la recta final de sus vidas en condiciones muy desfavorables, ya que no cuentan con un ingreso fijo y sí con varios problemas de salud.
De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), en el 2020 las personas de la senectud constituirán el 12 por ciento de la población total de la entidad; mientras que para el 2030, representará el 17.6 por ciento de la población total del Estado de México. Actualmente, las personas de la tercera edad representan alrededor del 8 por ciento de los 16.3 millones de mexiquenses.