Tren Interurbano eleva 20% la demanda de vivienda en Valle de Toluca
AMECAMECA, Edomex., 21 de febrero de 2014.- Parajes como Joya Redonda y Las Palomas, ya están convertidos en auténticos cementerios de árboles y sólo los troncos que jamás renacerán se observan entre claros en medio de bosques de la Sierra Nevada, o también conocido como Parque Nacional Izta-Popo, en donde las especies de árboles que predominan son el Oyamel y el Cedro, especies que son favoritas de los taladores que cortan indiscriminadamente en la clandestinidad.
Hoy en día los depredadores se están extendiendo a otras áreas, como es a pie de la carretera a Tlamacas, donde lamentablemente enormes árboles son cortados sin compasión para extraer la preciada madera que los explotadores ilegales extraen de la región, prácticamente a la vista de donde las autoridades federales ya pueden pasar para hacer rondines y detectar a los destructores del monte.
Los bosques de la Sierra Nevada están a cargo de la Semarnat, dependencia federal que se supone debe vigilar que no se dé la tala clandestina. De hecho, durante la administración del extinto Alejandro López López, que estaba como director de la Comisión Nacional de Áreas Naturales en el Parque Izta-Popo Zoquiapan hace varios años, daba cuenta de cómo él encabezaba brigadas de vigilancia para evitar la tala clandestina y que ponía a disposición del Ministerio Público de Amecameca a taladores. Fuera de los testimonios de Alejandro no se sabía en qué medida la autoridad federal intervenía para frenar a los talamontes.
Vecinos de la región comentan que por la madrugada salen de los bosques de los volcanes camiones cargados de troncos de madera, y que se trata de explotadores ilegales; sin embargo, no se ha sabido de operativos para detener dichos camiones y es que los talamontes están tan organizados que hacerles frente significaría tanto como hacer la lucha en contra de la delincuencia organizada.
En lo que toca a las autoridades municipales, en este caso de demarcaciones desde Tlalmanalco hasta Ecatzingo, las corporaciones de policía se limita a vigilar bosques que les corresponde de sus territorios, pero no van más allá; es decir, a la zona federal que es la parte alta de las montañas del parque nacional.
A la vista de todos, los bosques del Izta-Popo, que es uno de los pulmones más importantes del Valle de México, poco a poco se están acabando y hoy los depredadores ya no se limitan a cortar árboles en las partes más recóndita,s sino que ya llegan muy cerca de las zonas pobladas, por lo que frenarlos es un gran reto para las autoridades federales, principalmente quienes tienen que luchar en contra de todos aquellos que están coludidos con las mafias enemigas de los árboles que nos dan vida.