Libros de ayer y hoy
La renovación de la tarjeta de circulación va a producir un caos en las oficinas de control vehicular, dado que tienen vigencia de tres años, se requiere renovar cerca de 800 mil tarjetas por año. Considerando 300 días hábiles, son 2 666 tarjetas diarias entre 16 módulos de control vehicular; les tocan 166 diarias por oficina.
Considerando 15 minutos por trámite, requieren días de 40 horas. Dado que piden factura, tarjeta de circulación, credencial de IFE, 5 tenencias, comprobante de domicilio, Repuve y pago anticipado, en original y copia.
Les toma 15 minutos llenar el formulario, revisar todos los documentos y aprobar el trámite. No tienen capacidad las oficinas para atender este volumen de reposición de tarjetas.
Todos los documentos que piden, ya los tiene el Gobierno del Distrito Federal. El llevar toda la documentación de un coche, fomenta el asalto a los dueños y el almacenar todos los papeles exigidos ocupa volúmenes impresionantes en los almacenes.
Sugiero cambiar el procedimiento: al pagar la reposición, que pidan las placas del coche, dato con el que las oficinas de control vehicular pueden pedir al control de tenencias, el dato de si están todas pagadas, verificar en el Repuve que no esté reportado como robado y de la credencial del IFE tomar el domicilio.
Verificado esto, pueden avisar al dueño que puede pasar a recoger su tarjeta en la oficina más cercana a su domicilio, o avisarle que le falta, a su correo electrónico.
Ese es un gobierno al servicio de los ciudadanos. ¿Es necesario cambiarla cada tres años? Más bien parece un trámite inventado para molestar a los ciudadanos.