Tren Interurbano eleva 20% la demanda de vivienda en Valle de Toluca
TOLUCA, Edomex., 19 de marzo de 2014.- Cerca de 30 organizaciones nacionales, internacionales, estudiantiles y catedráticos exigen al Gobierno del Estado de México detener las obras de la autopista Toluca-Naucalpan, pues argumentan que generará daños a los ecosistemas de la zona e incidirá en el abasto de agua del Valle de Toluca y del Sistema Cutzamala, informaron en conferencia de prensa representantes de diversos grupos, así como integrantes de comités indígenas.
Los activistas sociales explicaron que dicho proyecto carretero se encuentra dentro de la reserva estatal natural denominada «Bosque Otomí Mexica», el cual atraviesa el parque estatal Santuario del Agua y Forestal, ubicado en las comunidades de San Francisco Xochicuautla, San Lorenzo Huitzizilapan y Santa Cruz Ayotuxco, en el municipio de Lerma, señala El Sol de Toluca.
Dicha obra vial se inició en febrero de 2007 y si se continúa con el proceso traerá consecuencias negativas al medio ambiente, así como al suministro del vital agua en esta región del estado y del Distrito Federal, ya que «todos y todas usamos ese líquido», además de propiciar daños irreversibles a los ecosistemas, señaló Ramón García, estudiante de la Facultad de Derecho de la UAEM.
Lo anterior porque el Bosque Otomí Mexica atraviesa el Parque Estatal Santuario del Agua y Forestal, así como la subcuenca tributaria del río San Lorenzo, con incidencia en la región hidrológica.
El universitario estimó que son cerca de 300 hectáreas forestales las que podrían resultar afectadas, sin contar con los ríos subterráneos y los manantiales.
A esos perjuicios ecológicos se suman los de tipo cultural, debido a que se encuentran enclavadas en el corazón de las tierras comunales y de territorios sagrados.
También se prevé que la construcción de esa vía repercutiría en la conservación de aves, agregó.
Hasta el momento, los defensores del Bosque Otomí Mexica han interpuesto amparos que han salido a favor de la suspensión de las obras, pese a esa resolución continúan los trabajos ya que «no les importa y la constructora sigue trabajando», bajo el resguardo de cientos de policías, puntualizó.
Subrayó que al ser bienes comunales se tendría que hacer un decreto presidencial de expropiación.
La advertencia de los daños al medio ambiente consiste en que ese es el último pulmón del Estado de México y del Valle de México, además de implicaciones de tipo social, mismas que se sustentan en investigaciones de tipo antropológico y jurídico, insistió.