Balazos en el pie
El anuncio que llevó a cabo este lunes el mandatario mexiquense Eruviel Ávila Villegas podría ser uno más en el terreno de la lucha que se ha iniciado en contra de la inseguridad y para recuperar la tranquilidad y la paz que ha abandonado a los habitantes de estos terruños.
Más allá de la alarma normal por este tipo de reconocimientos de facto de un problema que se le escapó de las manos al gobierno local pudiera no parecer ir mas allá salvo por un pequeño detalle.
El gobernador del Estado de México hizo referencia a que en la entidad estará haciéndose presente el grupo de fuerzas especiales de la Secretaría de Marina del gobierno federal o puesto en otras palabras, tan grave es el asunto que estarán llegando a la entidad grupos de militares altamente entrenados y probados como parte de las fuerzas con más altas capacidades para enfrentar a criminales, por ende, en igualdad de condiciones.
Estas fuerzas especiales de la Marina armada nacional se distinguen del resto de los cuerpos de la milicia por ser personal altamente adiestrado, con una alta disciplina, altos umbrales de tolerancia al dolor, control, de emociones y los preparan no solo física sino psicológicamente para el combate que incluso puede ser en guerrilla urbana.
Este panorama deja tres cosas muy en claro: primera, el gobierno de Eruviel Ávila no pudo con el paquete, sus dos expertos en materia de seguridad pública que había colocado en la secretaría del ramo resultaron ser nada con respecto al enorme reto que no sólo no enfrentaron sino que incluso podría sugerir que hasta alentaron por el desconocimiento que mostraron de cómo corregir el rumbo.
Segundo, la salida de Rogelio Cortés tendrá que darse en un par de horas o días, o acaso el gobernador mexiquense estará cegado y esperará a que el gobierno federal en voz del secretario de la Marina tenga que ordenar su arraigo como ocurrió con el segundo hombre fuerte de Michoacán; creo que aún y cuando “cronos” no tuviera nada que ver con la delincuencia organizada, sería de caballeros y de profesionales el renunciar a su cargo y hacerse a un lado para ver cómo trabajan los que conocen la materia. Cada minuto que sigue este funcionario en el poder es un minuto más de descrédito al gobierno Eruvielista.
Tercero, la situación de la inseguridad en la entidad va mucho más allá de lo que el gobierno, los integrantes del gabinete, los alcaldes pretenden reconocer, seguir diciendo que aquí no pasa nada ya no es políticamente correcto, es más, me atrevería a decir que es hasta cobarde mentir cuando es tan obvio lo que ocurre. Cuando le dejamos el trabajo a los especialistas en guerra sólo puede significar que estamos en guerra.
Las cosas no están nada tranquilas para Eruviel y su partido político, si no le enderezan el rumbo los que saben conocen el derrotero que esto tomará, por eso era urgente actuar de manera inmediata.
La salida del procurador (que por cierto la pide a gritos) no solucionará nada, sigo creyendo que Miguel Ángel Contreras es un buen mexiquense, comprometido pero que desafortunadamente tuvo que doblarse ante tanta línea gubernamental.
Si lo hubieran dejado trabajar como se tenía que hacer nos hubiéramos ahorrado muchos dolores de cabeza, no seríamos el segundo estado más violento del país y a lo mejor el número uno, no hubiera tenido que entregar el poder policíaco al gobierno federal y sobre todo los mexiquenses no hubiéramos perdido la seguridad y la confianza en nuestras autoridades.
Los muertos siguen apareciendo, las soluciones por el momento no.