Balazos en el pie
Quien sin duda alguna ha tenido una muy ajetreada Semana Santa ha sido el propio Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, quien ya no ve lo duro, sino lo tupido, y parece que ahora sí conoce la gravedad de su situación.
Y es que primero la granizada y luego el temblor de las pasadas horas, han colocado al mandatario en una posición nada envidiable.
Cualquiera podría decirme que estos son dos fenómenos naturales en los cuales el gobierno nada tiene que ver, y les concedo toda la razón; es más, yo estoy cierto que Eruviel no tiene ninguna culpa que esto se haya presentado.
En lo que sí tiene culpa y toda, es en la forma en la que ha atendido ambas emergencias; primero en la granizada se dio el lujo de tardarse horas en quitar toda el agua congelada que bloqueaba ésta, la arteria vial concesionada más cara del país y que a mi parecer evidenció dos factores importantes: la concesión que otorgó el gobierno en la autopista no sirvió más que para hincharle los bolsillos a los concesionarios, pues ellos no tienen la capacidad para atender ninguna eventualidad; y segunda, el gobierno mexiquense es, en exceso, lento para atender la salud y la seguridad de sus habitantes.
Una amiga daba cuenta que llegaron primero los vendedores ambulantes de café y cigarros al lugar de los hechos que los súper entrenados cuerpos de rescate urbano del gobierno mexiquense, con todo y gobernador.
Dónde quedaron los superpoderosos camiones vactor de la Secretaría del Agua y Obra Pública, dónde quedó la maquinaria de la que disponen las secretarías de Desarrollo Agropecuario, de comunicaciones, los propios ayuntamientos de Toluca, Metepec, Lerma, que simplemente no se mostraron solidarios y el mandatario estatal no supo conjuntar para tener una respuesta más ágil al problema.
En eso el Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, sí tuvo intervención, sí tuvo posibilidad de cambiar la historia, y por supuesto que sí tiene culpa al respecto.
En el caso del sismo de esta mañana, me pareció bastante irresponsable que en lugar de quedarse a atender los problemas que pudieran haber surgido por el movimiento telúrico, se haya trasladado casi de manera inmediata a inaugurar dos hoteles y una casa de las artesanías en el municipio de Ixtapan de la Sal y Tonatico, mientras los reportes en las redes sociales hablaban de una gran cantidad de casas sin telefonía, sin energía eléctrica y varias más con posibles daños estructurales.
En esto el gobernador también pudo haber escrito de manera diferente si parte de historia también pudo haber tomado una decisión diferente en esto, también pudo haber demostrado que sabe gobernar, pero una vez más lo único que demostró es su culpa ante todo.
Lo claro es que Eruviel esta solo, lo están dejando solo, pues a pesar de tener a cientos de personas a su lado nadie parece ser poseedor del fiel de la balanza para poder decirle cuando se está equivocando, nadie parece tener la cercanía necesaria para hacerle ver lo que es evidente y quien esta cercano a él no sabe que derrotero seguir.
Me queda claro que Eruviel puede llegar a ser presidente, ya logró ser el mandatario del estado más importante del país, que no es cosa menor, pero no alcanzó a percibir un grupo de trabajo que esté dando los pasos necesarios para ello.