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TOLUCA, Edomex., 24 de abril de 2014.- Ofrendas de canto, flor y danza se entretejen para rogar al Xinantécatl que el agua no falte.
La ceremonia que desde hace siete años realizan danzantes concheros en el Nevado de Toluca para pedir un buen temporal, refleja el sincretismo de las tradiciones prehispánicas y católicas, señala el periódico Reforma.
Todo comienza con una velación, la parte nocturna del rito, en la que aguardan la llegada del Padre Sol. Envueltos en aroma de copal, hombres y mujeres montan un altar conectado con la tierra y el cielo.
Danzantes de Nuevo León, Querétaro y el Estado de México dibujan un sol y bastones armados con claveles rojos y blancos.
Al amanecer, inicia la caminata a la Laguna del Sol. La danza, acompañada del huehuétl, atecocolli y ayacaxtli, se ofrece al Dios de la Lluvia, para que fertilice a la Madre Tierra.