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Ciudad del Vaticano, 7 de junio de 2014.- El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, así como el Papa Francisco, se reunieron esta mañana en la sala del Tronetto del Vaticano durante 25 minutos, donde el mandatario le entregó una estatuilla de la Virgen de Guadalupe y la camiseta de la Selección Mexicana de futbol con la firma de los jugadores, para después invitarlo a visitar tierras mexicanas, según informaron fuentes diplomáticas.
Peña Nieto arribó al Vaticano procedente de Portugal, en el marco de su gira por Europa, y la de este día fue la primera reunión a solas con el pontífice argentino, pues el pasado 19 de noviembre el mandatario asistió a la misa de inicio de pontificado del Papa, donde sólo le saludó como el resto de jefes de Estado y de Gobierno tras la ceremonia.
El Presidente mexicano fue recibido por Francisco, y allí le expresó que era «un placer verle en este momento tan especial». Ya sentados en la biblioteca del palacio pontificio, Peña Nieto confesó al pontífice que se trataba «de una visita especial con algunos propósitos».
Tras el encuentro privado, Peña Nieto presentó a su delegación formada por 17 personas, y entre ellas a su mujer Angélica Rivera de Peña y a sus hijos, tanto los de él como los de ella. Durante el intercambio de regalos, le entregó al papa una estatuilla de madera de unos 40 centímetros de la virgen de Guadalupe: «reina de México y emperatriz de América».
Asimismo, el presidente le entregó también la camiseta verde de la Selección Mexicana, firmada por los jugadores, pues “en México nos queremos poner la casaca», le explicó al papa.
A su vez, el papa le entregó un medallón en bronce que representaba uno de los proyectos de la basílica de San Pedro y su exhortación apostólica «Evangelii Gaudium» (la alegría del evangelio), donde están escritas las páginas con «las partes más sociales».
Al despedirse, Peña Nieto le aseguró que «en México se le quiere y se le respeta, su santidad. Muchas gracias», mientras el papa pidió que rezaran por él.