Balazos en el pie
¿Robar poquito?; ¿qué tanto es tantito?
Hilario Ramírez Villanueva es un hombre franco… y su franqueza es tan grande que cruza sin pasaporte la frontera del cinismo.
Layín para su “prole”, gobernó San Blas, Nayarit, de 2008 a 2011 bajo las siglas del PAN. Extravagante y manirroto, acostumbraba regalar dinero a quienes asistían a sus mítines; presumía caballos purasangre y sus fiestas no tenían, ni tienen límite. Ególatra, en algún momento pensó en llevar su vida a las pantallas… soñó con hacerse acompañar de figuras como Ninel Conde en un filme de acción autobiográfica.
Sin duda Layín se pasa de folclórico.
Ramírez Villanueva extraña el poder y confía en su carisma, por eso se lanzó –por la libre– a recuperar “su” alcaldía; va como candidato independiente… ya no necesita del PAN para ganar en las urnas.
Su fama se disparó hace apenas dos días con la difusión de un video de campaña en donde acepta haberse despachado con el dinero público.
http://www.youtube.com/watch?v=D9VY6pyYzFw
“Robe pero poquito; nomás una rasuradita”, dice en un arranque de honestidad. Acepta haberse llevado 20 millones de las arcas municipales, ¡porque no había más!: “mienten quienes me acusan de embolsarme 150 millones; en las cuentas de San Blas no había tanto dinero”.
El caso de don Hilario indigna más no sorprende. No es –ni por mucho– la excepción a la regla del manejo de recursos públicos en las alcaldías del país. Basta rascar un poco para encontrar otros casos de escándalo como este.
A finales de 2012, 69 municipios chiapanecos clamaban por ser rescatados por la falta de dinero; los alcaldes salientes habían dejado las arcas vacías y el quebranto era de al menos 255 millones de pesos.
También por esas fechas, los 106 municipios del estado de Yucatán pasaban aceite ahorcados por las deudas. Tan solo Mérida debía 77 millones de pesos.
En Querétaro no cantan mal las rancheras. En noviembre del año pasado, siete de los 18 municipios del estado pidieron adelantos de sus participaciones para pagar sueldos y deudas.
Casos particulares son emblemáticos del desastre de las finanzas municipales… y la impunidad de quienes han ocupado ciertas alcaldías.
Como olvidar a Antonio Ríos, el fallecido alcalde actor de Tultitlán, quien se gastó 150 mil pesos del municipio para filmar una película con Lorena Herrera.
En la lista de alcaldes rateros e irresponsables debemos incluir a Agustín Hernández, quien al frente del gobierno de Ecatepec llegó a ganar 420 mil pesos mensuales, o Ricardo Pérez Pérez, capturado hace unos meses por desfalcar al municipio chiapaneco de Ixtapa con 49 millones de pesos.
La crisis de los gobierno municipales se refleja en sus estados de cuenta. Las arcas saqueadas de centenares de alcaldías de la República Mexicana son síntoma de una enfermedad grave y crónica.
La falta de preparación y controles, la escasa transparencia, y la protección de partidos y gobiernos estatales mantienen la impunidad ante un saqueo sistemático.
La confesión Hilario Layín Ramírez confirma lo sabido por todos. Lo increíble es que esas palabras no tengan consecuencias, y su autor aun aspire a volver al poder… para robar nomás poquito.
@JoseCardenas1 | [email protected]| josecardenas.com.mx