Capturan a funcionarios en Edomex durante Operativo Enjambre
MÉXICO, DF., 9 de septiembre de 2014.- México se ha colocado entre los países de América Latina y del Caribe con el mayor número de pérdidas por el delito de ciberdelincuencia, pues en 2013 se registró un total de 3 mil millones de dólares, según el informe de Tendencias de Seguridad Cibernética en América Latina y el Caribe”, el cual ubicó al país en el segundo puesto de las naciones más vulnerables, solamente por detrás de Brasil.
El gigante sudamericano reportó una cifra de 8 mil millones de dólares el año pasado por estos ataques en la web.
Además de los ya conocidos ataques skimming (clonación de tarjetas), en 2013 se descubrió un nuevo tipo de ataque llamado “Backdoor.Plotus”, que ataca cajeros automáticos para robar información bancaria sensible o secuestrar la sesión; dicho ciberataque fue inicialmente descubierto en México y, posteriormente, se extendió en otros países.
Según los datos que concentra la División Científica de la Policía Federal, en México hubo un aumento del 113 por ciento en incidentes de seguridad cibernética en el 2013 comparado con el año anterior.
Además, los datos preliminares sobre el 2014 hasta ahora sugieren un incremento más pronunciado en incidentes detectados. “Al menos un 300 por ciento más que en el 2013, cabe destacar que el marcado aumento en el corriente año (2014) se atribuye principalmente a las mejoras de los procesos de identificación de incidentes a nivel nacional y en la generación de nuevos vectores de ataque”, refiere el informe.
De los incidentes denunciados ante la Policía Federal, sin incluir aquellos que involucraron a ciudadanos particulares, aproximadamente 31 por ciento fueron contra instituciones gubernamentales, 26 por ciento contra entidades del sector privado, 39 por ciento contra organizaciones académicas y 4 por ciento contra otras entidades.
Los casos más denunciados incluyeron los fraudes de comercio electrónico, las estafas, los fraudes de banca electrónica y la extorsión. Además, las denuncias de quejas particulares incluyeron la difamación, las amenazas, el robo de contraseñas, la suplantación de identidad y el acoso.
En el apartado sobre México, menciona un caso que involucró el uso de un ransomware (secuestro informático) disimulado con el nombre “Protección Contra Spam Pornográfico Infantil 2.0”.
El autor del delito obtuvo acceso a las computadoras de sus víctimas, instaló el malware (un software malicioso o malintencionado), encriptó sus contenidos, bloqueó el acceso para los dueños y exigió 3 mil dólares para recuperar los archivos.