Apedrean Poder Legislativo para llamar a cuentas a Elena García
ECATEPEC, Edomex., 30 de octubre de 2014.- Durante toda la madrugada de este jueves, el gobierno del Estado de México, apoyado por la fuerza pública, se dedicó a demoler las casas, talleres y deshuesaderos que durante los últimos 30 años estaban sobre la avenida Central, a la altura de la Curva del Diablo, donde no se permitió que los dueños exhibieran sus documentos, incluyendo las escrituras que les entregó Enrique Peña Nieto, cuando era gobernador.
Los dueños de esas propiedades que el gobierno del Estado de México entregará a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para incorporarlos al proyecto del Aeropuerto y zona ecológica, aseguraron que el gobernador Eruviel Ávila Villegas los despojó de manera arbitraria.
En sí, los terrenos, en donde se encontraban más de 60 deshuesaderos de autos, tienen un valor de 140 millones de pesos, ya que es una franja de 20 mil metros cuadrados.
Salvador Estrada, representante de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Reciclados A.C., Guadalupe Hernández, Norma Flores y Mercedes Arellano, explicaron que no existe ninguna notificación o procedimiento de expropiación de las tierras, simplemente es un despojo.
El 27 de noviembre de 2013, el gobierno del Estado de México envió a más de mil policías a la Curva del Diablo para realizar un operativo en busca de autos robado.
Sin embargo, eso sólo fue el pretexto para sacar a los propietarios y sus trabajadores para ocupar el espacio, con tal de que se le entregara a la Conagua.
“Meses después dijeron que habían encontrado marihuana y ahora nos están confiscando todas las propiedades, pidiendo que saquemos todas nuestras cosas y productos porque estamos en terrenos federales”, dijo el líder de los propietarios de deshuesaderos.
El dirigente aseguró que incluso se les está negando la oportunidad de demostrar que son legítimos dueños de los predios, asentados en ellos durante 30 años o más y obtenidos mediante juicios de usucapión, resueltos en los años 2005 y 2007 y cuyas escrituras fueron otorgadas durante la gestión de Enrique Peña Nieto como gobernador.