La Polémica | A 10 días, robos y saqueos en ayuntamientos
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Sera melón, será sandía. Elemental mi querido Watson…
Terribles hechos han sacudido a la humanidad, crímenes y catástrofes naturales han cambiado el rumbo de la historia, algunos de los secretos más ocultos de las civilizaciones se han descifrado bajo la rigurosa mirada de la ciencia y los avances tecnológicos de nuestros días. Mientras los criminales han desarrollado formas cada vez más sofisticadas de cometer ilícitos, el esclarecimiento de los delitos ha alcanzado progresos notables para que las autoridades investiguen los hechos e impartan justicia, pero en algunos casos eso tarda un poco más.
Hoy en día es posible saber qué camino siguió un sospechoso al momento de cometer un ilícito. Siguiendo estas pistas descubramos ¿qué es ciencia forense?, ¿cómo hace la ciencia para explicar lo ocurrido en un crimen?
La palabra forense (perteneciente o relativo al foro), se utilizó en la antigua Roma cuando alguien presentaba una acusación, esta se hacía ante un gran foro o número de personas notables para que ellas determinaran el veredicto, a partir de entonces su uso fue generalizado. En la actualidad las ciencias que aplican su conocimiento técnico y científico para explicar los hechos vinculados a un delito reciben el nombre de Ciencias Forenses.
El uso y aplicación de Ciencias como: Medicina, Psicología, Psiquiatría, Antropología, Biología, Odontología, Química e Informática, solo por citar algunas, ha facilitado las tareas de los cuerpos policíacos en la reconstrucción de los hechos y para identificación de restos humanos al momento de esclarecer ilícitos.
Para ello, el investigador forense sigue una serie de pasos desde el momento en que la policía llega al lugar de los hechos, por medio de fotografías y videofilmaciones el especialista documenta todo aquello que pudiera ser de relevancia para el desarrollo de la investigación.
Para el investigador forense los indicios pueden ser biológicos (sangre, semen, fluidos corporales, cabellos, uñas, piel y huellas) y no biológicos (medicamentos, drogas, explosivos, documentos y vestimenta), en ambos casos se recolectan y analizan obteniendo más información sobre las características físicas, de edad y sexo que la víctima pudiera tener en relación con el autor (es) del delito.
Estos datos permiten al investigador tener un panorama más amplio sobre la escena de los hechos y en algunos casos determinar la forma en que las víctimas fueron sometidas y si para ello se utilizaron armas o algún otro método de control y sometimiento.
Esto que parece sencillo lo hemos visto distorsionado por la industria cinematográfica en muchas películas de acción en las que, por común denominador, el detective en turno casi nunca presta atención a los detalles y sólo se dedica a repartir candela en la escena del delito.
Por el contrario, en algunas series que pasan por televisión, la precisión al momento de recabar indicios es casi milimétrica, haciendo más interesante al espectador el contenido de la misma.
Sea en el cine o en televisión, los casos más difíciles y extraños que han enfrentado los mejores detectives o investigadores de la ciencia-ficción han sido resueltos de manera brillante y con final feliz (no el que usted quisiera).
Pero la realidad es otra cosa, para algunos forenses no hay indicios suficientes, otros tantos, no son capaces de determinar con precisión si los restos son de las víctimas o no; y ahí es donde todo se pone interesante.
En México hay buenos actores, mejores actrices (ya lo vimos), guionistas geniales pero poco interés para la edición final.