La Polémica | A 10 días, robos y saqueos en ayuntamientos
Cifras insignificantes
¿De qué sirve en un país como México conocer cifras? Los numerales se hinchan en el marco de la incidencia delictiva, como se inflaman los otrora rubicundos semblantes de funcionarios federales que intentan por todos los medios distraer la atención de la desgracia de Atyozinapa. Se cumplieron dos meses y los 43 normalistas no aparecen, por el contrario, a estas desapariciones, se suma la denuncia del presunto secuestro de 31 estudiantes de secundaria en Cocula, Guerrero, el pasado 17 de julio por hombres armados que vestían uniformes azules de la Marina, de acuerdo a la versión de una testigo a la cadena televisiva francesa France 24, sin dejar de lado las interminables fosas en tierra caliente, con decenas de cadáveres aún no identificados. Volvemos a las cifras.
En el Estado de México se inflaman las cifras de feminicidios, pero los números de muertas son insuficientes para decretar la Alerta de Género. Un sonriente Eruviel Ávila asegura que hay una alerta permanente para “procurar la integridad de las mexiquenses y hacer respetar sus derechos”. ¿Estaba consciente el ecatepense de lo que dijo? Tal vez sigue el consejo de Vicente Fox de no leer periódicos. Que le pregunte a las muertas que sacaron del gran canal del municipio donde nació, si se sintieron respetadas en sus derechos.
Se conmemoró el 25 de noviembre el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y sirvió para dar a conocer números. La diputada Xóchitl Arzola Vargas, señaló que de 2005 a la fecha, cerca de mil 500 mujeres han sido asesinadas violentamente en la entidad. El Estado de México registra la mayor prevalencia en los índices de violencia contra las mujeres de 15 años y más con 73.4 por ciento, de cada 100, mientras que en el país el promedio es de 62, agregó Arzola Vargas y consideró imperante decretar la Alerta de Género en la entidad mexiquense. Volvemos a las cifras.
Con ese motivo, se colocaron decenas de cajas de cartón en forma de ataúdes frente a la sede del poder Ejecutivo para reprocharle, simbólicamente, su incapacidad en materia de feminicidios. “Ya no tenemos que investigar, ya tenemos suficiente evidencia porque sabemos el modo de operar de los criminales en Chalco, Chimalhuacán y Ecatepec. Hoy necesitamos tener expertos en búsqueda inmediata de mujeres, expertos que busquen y localicen a tantas mujeres desaparecidas en el Estado de México”, exigió María de la Luz Estrada, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
Y si de cifras se trata, es recomendable tener a la mano la investigación del periodista Humberto Padgett que, través de evidencias testimoniales, recopila en su libro «Las Muertas del Estado. Feminicidios Durante la Administración Mexiquense de Enrique Peña Nieto», el grave problema de asesinatos de mujeres en la entidad que administró pues se acumularon 1997 casos. Más cifras.
Regresando a la pregunta inicial, la respuesta es no. No sirve de nada sacar estadísticas, difundirlas, analizarlas. Para el aparato burocrático sólo somos números insignificantes, pequeñas cifras que se borran con grandes dosis de telenovelas, reality shows, niños que le conmueven el corazón cuando “cantan”, con partidos mediocres de fútbol mexicano. La megamarcha del 20 de noviembre fue una pequeña muestra de la indignación, pero no es suficiente. En otros países a los políticos que defraudan y engañan, se les repudia en los restaurantes, en el cine, en la calle, pero en México la memoria es fugaz y se olvida rápido la desgracia, desafortunadamente.