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MÉXICO, DF, 7 de diciembre de 2014.- El crecimiento económico en América Latina se quedará en cifras del 2 por ciento, mientras no crezca la inversión en educación, innovación y desarrollo de competencias, aseguró José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la OCDE, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Al participar en el X Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se realiza en paralelo a la XXIV Cumbre Iberoamericana, explicó que el crecimiento de 5 por ciento anual en la región en años recientes no se repetirá, porque ya no hay condiciones para ello.
Por el contrario, se esperan crecimientos del rango del 1 al 2 por ciento como máximo, porque ya no hay mercado para las materias primas, que explicaron el crecimiento de los años anteriores, “por eso, es necesario que América Latina crezca por sí misma”, dijo.
Pero la competitividad de la región, por el bajo nivel de inversión en capital de innovación, alcanza sólo el 13 por ciento, en comparación con el 30 por ciento de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), expresó.
Además, el gasto nacional en esa materia alcanza en América Latina el 0.4 por ciento, mientras en los países de la OCDE es del 2.4 por ciento, en Corea del Sur del 4.4 por ciento e Israel 3.9 por ciento.
Las empresas tienen un papel importante en esta materia, pues en América Latina las compañías privadas sólo son responsables de la mitad de la cifra, mientras en países desarrollados, las compañías asumen dos terceras partes de esa inversión, refirió.
Por otra parte, destacó Gurría, en la región los sistemas nacionales de innovación están terriblemente fragmentados y persisten graves rezagos en educación. Por ejemplo, los jóvenes de 15 y 16 años, son los que tienen menor desempeño en las pruebas de capacidad académica de la OCDE y presentan un rezago comparativo de dos años respecto a sus pares de otros países.
La desigualdad juega también un papel importante, pues apenas el 9 por ciento de los estudiantes de estratos más bajos llegan a la universidad, mientras el 50 por ciento de los alumnos en niveles superiores acceden a ese ámbito académico.
Esto significa la perpetuación de las condiciones socioeconómicas desfavorables y la ratificación de la desigualdad en el tiempo, por lo que las universidades tampoco ofrecen en América Latina educación de gran calidad, pues ninguna está en entre las primeras 100, expuso.
Consideró que esta situación genera desperdicio de talento, porque los jóvenes no tienen las competencias necesarias para el mercado laboral y por ello es necesario hacer reformas estructurales en educación, infraestructura, tecnología, ciencia y otras materias.
Presentó tres documentos de la OCDE y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que muestran la relación directa entre crecimiento económico y fortalecimiento de la innovación, educación y competencias, para sustentar esta tesis.
En entrevista, rechazó que este panorama deba considerarse pesimista, “por el contrario, se trata de un llamado de atención muy claro de dónde poner el énfasis, en innovación, educación y creación de competencias profesionales”.