Reportan grave a ciclista accidentada en Gran Fondo Izzi Cardias 2024
MONTERREY, Nvo. León., 7 de diciembre de 2014.- Con el reglamento en la mano y sin hacer un solo gol en las semifinales, los Tigres de la UANL avanzan a la gran final del Apertura 2014 luego de empatar 0-0 en la vuelta y en el global ante los Diablos Rojos del Toluca que se quedan por tercera vez consecutiva en estas instancias bajo el mando de José Saturnino Cardozo.
Luego de un primer tiempo para el olvido en donde ambos equipos se preocuparon mas por no recibir gol que por hacer uno, ambos salieron con mayor intensidad y en los primeros minutos del complemento se notó una actitud completamente diferente e incluso hubo algunas llegadas de peligro en ambos marcos.
Tal vez el equipo que mejor se vio en los primeros minutos del complemento fue Tigres y, pese a que el empate a cero le favorecía, realizó algunas modificaciones sin cambiar su 11 inicial para tener mayor peligrosidad en la parte alta.
Precisamente así fue como a los 65 minutos el Iván ‘Guti’ Estrada aprovechó un balón perdido por parte de la saga toluqueña para entrar solo al área y conectar el esférico de pierna derecha, mismo que pasó apenas desviado del poste derecho custodiado por Talavera, manteniendo el marcador en cero.
Pasaron los minutos y Toluca, con más corazón que fútbol, fue adelantando lineas en su afán de conseguir el tanto del triunfo. Justamente así fue como los choriceros empezaron a llenar el área felina de centros, pero de nada sirvió pues la mayoría de estos fueron rechazados por la defensiva universitaria.
Tuvieron que pasar 83 minutos para que por fin el cuadro visitante tuviera una clara de peligro, misma que se dio en los pies de Carlos Esquivel, el cual tomó el balón en los linderos del área grande y sin pensarla impactó el balón, pero el guardameta Nahuel Guzmán, a mano cambiada, desvió la de gajos para tiro de esquina.
Después de esto hubo poco y nada. Tigres manejó el duelo moviendo el esférico de un lado a otro ante un Toluca que no supo qué hacer y simplemente se murió de nada e incluso de forma antideportiva, pues en los últimos minutos sufrió las expulsiones de Richard Ortiz y Jerónimo Amione.