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TOLUCA, Edomex., 7 de enero de 2015.- Cómo olvidar la alucinante obra de Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno en la que narra la historia de Juan Preciado, quien viaja a Comala en busca de su padre, Pedro Páramo.
Durante ese periplo se encuentra atormentado por la confusión de un mundo sin vida. Esta novela es considerada una de las mejores obras de la literatura iberoamericana contemporánea. Es por ello que recordamos al jalisciense Juan Rulfo, quien falleció un día como hoy a la edad de 68 años.
Su vida no fue sencilla, ya que sufrió el asesinato de su padre y posteriormente la muerte de su madre que también fue un duro golpe. Vivió en Guadalajara en un hospicio, la escuela de Don Luis Silva. Estos acontecimientos hicieron de él un hombre sensible y empático con los problemas sociales que le inspiraban al momento de escribir.
Antes de Pedro Páramo escribió El llano en llamas (1953). Otra de sus pasiones fue la fotografía, retrataba especialmente los paisajes, pero sobre todo la vida fuerte de nuestro México, una vida entre poder y dominación, dando énfasis en la importancia de los campesinos, la gente humilde y los de abajo, con los que tenía un gran compromiso moral.
Rulfo escribió también guiones cinematográficos como Paloma herida (1963) y otra novela corta magistral, El gallo de oro (1963). En 1970 recibió el Premio Nacional de Literatura de México, y en 1983, el Príncipe de Asturias de la Letras.