
Reciben bomberos de Tlalnepantla donativo de equipo especializado
Agüita amarilla
En teoría, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es la norma suprema de los Estados Unidos Mexicanos. Se dice que la actual Constitución es una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo universal, dado que fue la primera constitución de la historia en incluir muchos derechos sociales. En efecto, todo lo que se pueda decir de la Carta Magna que rige este país, esta plasmada en 136 artículos. No cabe duda, ahí esta todo, pero hay un gran trecho entre lo que dice y lo que se hace. La constitución es un documento prostituido como las miles de niñas y mujeres que son obligadas a tener sexo contra su voluntad, sin que ninguna ley ponga freno. La constitución esta torturada, calcinada, muerta como los 43 estudiantes de Ayotzinapa,
Dicen que la Carta Magna es un documento que regula la vida política del país a partir del reconocimiento de garantías individuales y derechos fundamentales que el Estado debe salvaguardar, pero que no reconoció los derechos de Alejandro Gustavo Salgado a quien le cortaron la cabeza y las manos en Morelos por andar de “mitotero”, solo por querer conseguir vivienda para familias pobres y por andar encabezando el movimiento en favor de los normalistas de Guerrero en las tierra que dizque gobierna Graco Ramírez.
La constitución esta vilipendiada como Benjamín Rojas a quien lo corrieron de su trabajo como gerente de Liconsa en Guanajuato, por denunciar desvío de recursos. Su ética de hombre de bien le costo ser denostado por los perversos que lo tacharon de ingenuo. Ese “sagrado” documento está sediento de respeto como lo están los miles de ciudadanos de Coyotepec en el Estado de México que tienen mas de 10 años con problemas de suministro de agua potable, cuyo servicio se ha convertido en coto de poder, en enfrentamientos, en sobre explotación de acuíferos para beneficiar empresas inmobiliarias. Como también esta sedienta de justicia Nestora Salgado, coordinadora de las policía comunitaria de Olinalá, Guerrero, considerada como delincuente de alta peligrosidad.
La constitución agoniza como agonizan los cafetaleros de Oaxaca por las plagas mortales que afectan sus cultivos, ante la apatía de cualquier efigie gubernamental, total Starbucks soluciona la dotación de café. Podría seguir enumerando un sinfín de daños a una Carta Magna que funciona solo en papel y a conveniencia de unos cuantos y en este momento de depresión mental, solo un ser vivo me levantó el ánimo de querer hacer lo mismo a los que se pasan la Constitución por el arco del triunfo: el perro que pasó a mear el atril donde posaba sus refinados brazos el alcalde tricolor de Guadalajara, Ramiro Hernández, mientras pronunciaba un anquilosado discurso sobre el “progreso social”. “Solovino”, sinónimo de inspiración del ardiente deseo de emitir agüita amarilla a la partidocrasia de este país.