
Abro Hilo/ ¡NO a los narcocorridos!
¿TU HIJO NO TE RESPONDE TUS MENSAJES O APAGA SU CELULAR?
“¡Ya cuelga, los teléfonos se hicieron para acortar distancias no para alargar conversaciones!”, así nos decían no hace muchos años a los chavos y chavas nuestros papás en casa cuando los teléfonos celulares sólo eran una ilusión que nos mostraban en televisión, por ejemplo el súper agente 86 mientras hablaba desde su zapato o en aquella película mexicana ochentera (muy buena por cierto) “México 2000” que retrata una utopía para nuestro País, pero el punto no es ese, sino las diferencias que hay en torno a esta realidad que son los teléfonos celulares.
¿Quién que rebase los 30 ó 35 años de edad no ha hecho alguna vez estas comparaciones? Antes sin celulares, los amigos tenían que dejar recado en el teléfono de casa y tranquilamente esperaban hasta que estuvieras de regreso para reportarte con ellos.
Cuando salías de fiesta tus papás confiaban en que llegaras a la hora que habías quedado, y si no era el caso, porque también antes había excusas de por qué nos tardábamos, por ejemplo “se quedó cruzado el tren”, “no pasaba ni un taxi”, “se paró el reloj y pensé que era más temprano” justificaciones que si llevabas un buen historial no les quedaba más que creerte porque no había manera de que te localizaran.
Ahora muchas mamás y papás dicen “qué bendición son los celulares”, porque podemos saber en dónde andan los hijos y si están bien. Si, ¡cómo no!, ahora más que nunca muchos papás sufren creo que aún más que antes, ya que sus “angelitos” no piensan igual que sus progenitores.
Pero el problema no son los teléfonos, sino que muchos padres dan un teléfono a sus hijos para tenerlos monitoreados todo el tiempo. Es cierto que ahora hay más inseguridad, sin embargo el exceso de control a nadie le gusta, mucho menos a los jóvenes.
Una mamá le dijo a su hijita: “si te compré el celular es porque quiero que siempre que yo te llame me contestarás, de lo contrario le llamaré a todos tus amigos para preguntar por ti”. La “pequeña” respondió, no te preocupes mamá, pero también entiende que algunas veces no te podré responder porque en la universidad no siempre podemos traer encendido el celular en clase.
Queridos lectores, así como comencé este artículo con una frase que se decía hace mucho tiempo sobre los teléfonos, ahora diría yo: “Los celulares se hicieron para comunicarse con mayor facilidad con los demás no para utilizarlos como radares ni para mantener el control absoluto sobre los otros”
Queridos lectores, mejorar la comunicación en familia, ser congruentes con lo que se les pide a los hijos y con lo que se hace es el mejor control que existe, si piden que se reporten, ustedes también deberán estar localizables para ellos.
De esta manera ellos irán creando consciencia sobre la preocupación que despiertan en los demás cuando aún no llegan a casa. Un mensajito de “ya voy” no le cuesta a nadie, y si ellos cumplen con enviar el mensaje, por favor, no acosen con mil preguntas, ya hablarán cuando estén de regreso en casa.
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