Piden exhumación de estudiante normalista víctima en caso Ayotzinapa

TOLUCA, México, 2 de octubre de 2015.- Integrantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), familiares del estudiante normalista Julio César ‘N’, que en septiembre de 2014 fue localizado desollado en el municipio de Iguala, así como activistas del caso Ayotzinapa, solicitaron al Poder Judicial del Estado de México, agilizar los trámites para que se permita la exhumación del cuerpo con el objetivo de someterlo a un segundo examen pericial-necropsia que permitirá abonar más elementos para despejar algunas dudas y esclarecer en su totalidad la forma y la causa en que se registró su deceso.

Lo anterior, ya que el peritaje concluyó que fue desollado –le mutilaron la piel del rostro– por fauna nociva de la zona, resolución que en su momento rechazaron los padres

La solicitud se realizó de manera personal esta mañana en las instalaciones centrales del Poder Judicial mexiquense, sitio donde se hicieron presentes personas cercanas a Julio César quienes precisaron a algunos funcionarios del Poder Judicial, las razones de su solicitud planteada semanas atrás a instancias judiciales federales, pero como la autorización del procedimiento atañe al Poder Judicial local, consideraron fundamental tener un acercamiento con esta última autoridad.

En una carta dirigida a la opinión pública de la cual Quadratinedomex tiene copia, familiares y amigos de Julio César, sepultado en el municipio de Tenancingo, precisan:

“Para alcanzar la verdad en el caso de Julio César es necesario exhumar su cuerpo y realizar una nueva necropsia”.

En dicho texto los amigos del normalista Julio César explican que para alcanzar tal propósito, la segunda necropsia, han tenido que realizar incontables viajes a Iguala y a Toluca para que los encargados de la procuración de Justicia autoricen y den tramité a la exhumación que llevarán a cabo los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“Nosotros, aún sin tener un ojo experto, notamos las marcas de la tortura en el rostro de Julio”, precisa parte del texto.
Por lo anterior, los familiares plantean los términos en que se debe realizar la exhumación:

Que esta diligencia pueda ser observada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) así como por la Comisión Especial creada en la Cámara de Diputados para continuar las investigaciones y dar seguimiento al caso Ayotzinapa.

Que el cadáver de Julio César Mondragón Fontes sea trasladado a la Ciudad de México para que en la Coordinación General de Servicios Periciales de la PGR se realice la radiografía de sus restos y todos los estudios necesarios. Es ahí y sólo ahí donde se cuenta con el equipo e instrumento idóneos para que el EAAF pueda trabajar.

Que para realizar el estudio sean incorporada como evidencia, las 13 fotografías entregadas el presidente Enrique Peña Nieto para su análisis minucioso.

Que los resultados de los dictámenes periciales que por su parte realizará la PGR sean explicados y entregados directamente a la familia de Julio César Mondragón. Es un acuerdo firmado por Enrique peña Nieto que hasta el momento ha sido violado en cada ocasión.

Que el Estado Mexicano, a través de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas pague los gastos del nuevo funeral que habremos de realizar luego de la diligencia de exhumación y nueva necropsia.

Es de destacar que hace una semana se había fijado la fecha para la exhumación.

«Se realizaría el 30 de septiembre. Sin embargo, el pasado miércoles 23 de septiembre las autoridades del Estado de México, donde yacen los restos de Julio César, solicitaron postergar la fecha debido a que la fragmentación de los expedientes del caso obliga a realizar diversas notificaciones que no se pueden cubrir en el tiempo requerido», concluye parte de la carta pública.