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SULTEPEC, Edoméx., 23 de octubre del 2016.- Continuar el proyecto de Genaro González Hernández es el mejor reconocimiento que el PRD puede hacerle por su entregada labor al partido, indicaron sus compañeros perredistas presentes durante el sepelio, donde realizaron guardia de honor en el féretro cubierto con la bandera partidista, en el que fue su humilde hogar en Santa Cruz Texcalapa, municipio de Sultepec, estado de México.
Eloy Lara Gorostiera, líder del PRD en Sultepec, ex candidato a la presidencia municipal, encabezó la comitiva que acudió a despedir al octavo regidor de la comuna, informó que en breve buscaran el acercamiento con la dirigencias estatal y nacional para buscar el modo de brindar apoyo a la familia, su ahora viuda Celia Cortez Velázquez y sus tres hijos, Anahi de 18 años, Andrea de 4 años y Josué de 3, quienes han quedado desamparados.
El Presidente municipal de Sultepec Miguel Ángel Hernández Tinoco y Félix Alberto Linares González, alcalde de Ocuilan, también acudieron despedir al regidor, asesinado el pasado 20 de octubre, en San Cruz Texcalapa, junto con su sobrino Aniceto Jerónimo, acto que igualmente condenaron enérgicamente, esperando el pronto esclarecimiento y detención de los culpables para aplicarles todo el peso de la ley.
En el tiempo pertinente, se iniciará el proceso para que el suplente de Genaro González, asuma el cargo para dar continuidad al proyecto y gestiones realizadas ante diputados federales para pavimentar varios caminos de San Cruz Texcalapa, y varias obras más programadas en comunidades apartadas del municipio, donde apoyaban con fertilizantes subsidiado, materiales para vivienda y otros beneficios necesarios en esta región de alto índice de pobreza.
Los padres y hermanos del octavo regidor solicitaron también se considere a los tres hijos de Gabriela Borjas y Aniceto Jerónimo, quien ayudaba a Genaro González en el pequeño taller de carpintería que el regidor tenía en su casa, donde elaboraban un ropero para la capillita de la rinconcada, fue ahí donde irrumpieron los criminales, allanando el hogar de donde se llevaron valores y a los dos infortunados a quienes tiraron horas más tarde en el mismo poblado, con visibles huellas de tortura y múltiples impactos de bala en ambos cuerpos.