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Miss Edi Toriales/Quadratín Debate
Morelia, Mich., 6 de enero, 2017.- El mensaje que dio el presidente Enrique Peña Nieto la noche de este jueves, podría decirse que no resiste el menor análisis desde el punto de vista de tratar de tranquilizar a la población, pero podría ser hasta tema de tesis si se evalúa lo que no debe hacerse en materia de comunicación.
Ante una sociedad irritada, furiosa, al límite de su paciencia, el hecho de salir a decirles que la culpa la tuvo el gobierno anterior; que entiende la molestia pero que no había de otra, y que todo sea por los programas sociales, no es para nada lo que los mexicanos quisiéramos escuchar.
Se supone que el Presidente es el máximo líder de un país, un estadista que al dirigirse a su pueblo fuera capaz de convencer con razones y dar tranquilidad a sus gobernados.
Pero no hubo nada de eso, al contrario, decir que bajará el sueldo de los funcionarios federales para nada aminora el descontento los habitantes de este país, quienes no sólo vamos a pagar más cara la gasolina, sino que padecemos las consecuencias de tal media como los bloqueos de carreteras, saqueos en tiendas, tomas de gasolineras, etc.
Pero el extremo, fue al decir que 60 millones de mexicanos, los de menores ingresos, sólo consumen el 15 por ciento de la gasolina. O sea, qué no les afecta. ¿Eso es lo que en realidad quiso decir? Parece que lo asesoró Andrea Legarreta. La comunicación con sus gobernados no es lo suyo, como tantas otras cosas.