La Polémica | Cerqueda de Neza, no aprendió nada
Pablo Cabañas Díaz/Quadratín Debate
CDMX, 10 de enero, 2017.- Un análisis de la firma Wood Mackenzie dedicada a la consultoría en el sector energético con sede en Houston, subraya que la nueva estrategia para la apertura de los mercados de gasolina y diésel en México se compone de tres elementos: un nuevo mecanismo de precios para liberalizar gradualmente los precios de las gasolinas y diésel, un período que permite a los nuevos proveedores acceder a la infraestructura de Pemex, y un requisito mínimo de almacenamiento de 15 días del consumo total nacional.
Wood Mackenzie, alerta que aún con la reciente alza, para que sea posible empezar a importar gasolina por parte de empresas privadas, así como instalar marcas de franquicias como Chevron, Texaco, o Puma, es necesario que el precio del combustible en México aumente un 15 por ciento adicional.
“Los precios de la gasolina necesitan incrementarse en al menos 15 por ciento para proveer los incentivos suficientes para que nuevos jugadores entren al mercado”.
La consultoría considera urgente el alza para el precio de la gasolina el próximo 4 de febrero. Un día antes, termina la vigencia de los precios actuales, del combustible en el país. Los llamados nuevos jugadores del mercado de gasolinas y diésel, que quedará completamente abierto a finales de 2017.
“La competencia en precios hacia delante estará altamente determinada por el transporte del combustible, así como el tipo de cambio”, enfatizó la firma.
Con el escenario de Wood Mackenzie, se torna “optimista” la encuesta más reciente aplicada por el Banco de México a los especialistas del sector privado, divulgada a mediados de diciembre, 79% de los 35 especialistas consultados consideraba que empeorará el clima de negocios en los primeros seis meses del 2017.
Esta proporción contrastaba con el 3% que sí confiaba en una mejora. En la encuesta recabada a fines de noviembre, no hay un solo consultado que viera un buen momento para invertir, lo que no sucedió ni siquiera en noviembre del 2009, 30 días después de la quiebra de Lehman Brothers y el inicio de la crisis financiera mundial.
Estamos en el inicio de un severo clima de proteccionismo económico y relocalización de industrias hacia los Estados Unidos, lo que supone un impacto económico contundente en México y en su estabilidad económica y política. El autor de este artículo es académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.