La Polémica | Cerqueda de Neza, no aprendió nada
Como pinta el contexto internacional y nacional a nuestro alrededor, al parecer, la felicidad es una condición más difícil de alcanzar cada día. Con felicidad, no me refiero a esos momentos de mucha emoción que son fugaces, sino de esa sensación de estabilidad a la que todo ser humano debe de tener derecho.
Como ejemplo, tenemos al Reino de Bhutan en el Sureste de Asia, siendo el único país en el mundo que cuenta con un Instituto Estatal de la Felicidad Nacional. Sin embargo, en otros países se cree que estas mediciones se equiparan con los niveles de producción interna, pero dicha medición es sólo una pequeña parte de lo que conforma la felicidad.
De tal suerte que la Canciller Alemana Angela Merkel, está tomando muy en cuenta la forma de integrar el sentimiento de felicidad de los ciudadanos en las decisiones políticas, dado el contexto internacional en el cual ahora las emociones y el enojo del pueblo, legitiman a las cabezas políticas.
Uno de los investigadores que está estudiando este tema es el sociólogo Jan Delhey, del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Otto von Guericke, en Magdeburg. A partir de diversos estudios sobre los niveles internacionales de satisfacción, desarrolló una fórmula para la felicidad basada en tres cosas que considera son aplicables de manera universal:
a) Suficiente dinero para vivir
b) Relaciones amorosas con la gente al rededor
c) Que la vida tenga algún sentido.
Sin embargo, el peso que se le da a cada uno de los factores anteriores, dice, que dependen del país. Por ejemplo, en los países más ricos el énfasis está puesto en los aspectos de las relaciones amorosas y el darle un sentido a la propia vida, mientras que lo material es menos importante, cosa que en los países más pobres tiene mayor peso. Asimismo, las variaciones de cada elemento cambian de país en país.
Según el último Reporte Sobre la Felicidad Mundial, compilado por las Naciones Unidas, Suiza es el país con la población más feliz del mundo, mientras que Syria, Burundi y Togo son los que menos felices se sienten, quedando México en los niveles medios. Según Jan Delhey, otros factores son importantes, como que la riqueza esté repartida de una manera equitativa en la sociedad, un Estado confiable en el que se respeten las leyes y libertad personal.
Desgraciadamente, Delhey ha observado que todos estos elementos se pueden ver opacados por un enemigo común que es el desempleo, el cual tiene un impacto negativo de largo plazo en la satisfacción de vida de las personas. Tú, ¿cuáles de estos elementos tienes cubiertos? ¿Cuáles valoras más? ¿Te sientes feliz?