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Temor de que turistas se vayan y los que planeaban vacacionar, cancelen
CANCÚN, Q. Roo, 17 de enero de 2017.- Fueron nueve puntos de Cancún donde se registraron balaceras. El pánico se apoderó de este centro turístico. Residentes y turistas, presas del terror, se refugiaron en sus casas y hoteles. Este paradisiaco lugar se declaró en toque de queda. Los restaurantes y centros de diversión, cerraron sus puertas.
Las versiones de residentes y paseantes contactados vía telefónica revelan la tarde de pánico que en este centro turístico, el más importante del país, se vivió esta tarde de enero. Justo cuando los turistas provenientes de Estados Unidos, Canadá y diversos países de Europa, se congregan para evadir el crudo invierno de sus lugares de origen.
Las especulaciones, pláticas, narraciones de los hechos son el tópico en Cancún, normalmente ruidoso, alegre, fiestero. La tarde y noche de este 17 de enero quedará en la memoria de todos por el pánico, porque tuvieron que correr por su vida.
“A las ocho de la noche Cancún estaba desierto. Solo las patrullas con su característico ulular se observaban por las calles. Atrás del ayuntamiento de Benito Juárez, -Cancún- había motos tiradas y con impactos de bala, presumiblemente dejadas por los agresores”. Así son las versiones de los residentes y de los turistas contactados.
El temor de los restauranteros es que los visitantes, sobre todo los extranjeros, salgan despavoridos, que suspendan sus estancias y lo peor, que quienes tenían programado visitar Cancún, cancelen.
A nadie que esté en Cancún le llenan las versiones oficiales. Cancún vivió horas de Pánico y ahora, quedará la zozobra, el temor y el duro golpe a la actividad turística.