Delfina, ¿lucrará con votos?

EDOMEX., 18 de enero de 2017.- Un día previo a que Delfina Gómez Álvarez (la tarde-noche del 17 de enero), diputada federal de Morena con licencia se registrara como aspirante de su partido político al gobierno del Estado de México, fue llevada por un grupo de políticos morenistas, al predio «La Punta» del municipio de Valle de Chalco, el cual se encuentra justamente en el límite con la delegación Tláhuac de la Ciudad de México y donde los colonos ofrecieron apoyarla «incondicionalmente» para ganar la gubernatura, a cambio de permitir la ocupación del predio con 5 mil familias.

«La Punta» es un asentamiento humano irregular en 45 hectáreas en el que viven, por el momento, unas mil familias cuya organización civil «Unidos Por un Pedazo de Tierra» pelea en tribunales su posesión, pero vive un fuerte conflicto social, legal y de constante violencia por el control del lugar.

Apenas el 14 de diciembre de 2016, unos 120 sujetos -entre ellos menores de edad- llegaron al predio «La Punta» a disparar armas de fuego y causar disturbios para amedrentar a las familias que ocupan el predio.

Una persona del asentamiento humano irregular, de nombre Ángel Nava Trejo, que hacía guardia, fue lesionado por los sujetos, pero la pronta intervención de un convoy de la Base de Operaciones Mixtas (BOM) y la policía municipal de Valle de Chalco, se logró la captura de 67 personas.

Estos provocadores, que obviamente fueron contratados para causar disturbios, dijeron a las autoridades municipales que fueron llevados para «ir a apoyar a un candidato» cuando no era momento de elecciones en el Estado de México o en la Ciudad de México.

La intención del grupo de provocadores era clara: sembrar el pánico entre las familias de «La Punta» en una disputa por el control de esas 45 hectáreas.

Las mismas tierras son peleadas por Francisco Jiménez Ramos, quien se dice comisario ejidal de Tlaltenco y por la asociación civil » Unidos Por un Pedazo de Tierra» representada por la señora Alicia García Hernández y el abogado Alfredo Jiménez.

Ese mismo predio fue desalojado por más de 5 mil policías del Estado de México y del Distrito Federal el 20 de mayo de 2014, cuando en Valle de Chalco gobernaba el alcalde perredista, Jesús Sánchez Isidoro, por estar ilegalmente asentados en predios ejidales.

De ahí fueron sacadas más de 3 mil familias con «todo y chivas». El predio quedó resguardado por las autoridades ministeriales del Estado de México. Al paso del tiempo, ya en el 2016, la asociación civil logra liberar el predio y permite el asentamiento ilegal de más de mil familias.

Pero aún se espera la llegada total de 5 mil familias a ocupar esas 45 hectáreas, lo que por supuesto generaría más conflictos sociales, falta de servicios públicos, abusos en la tenencia en la tierra y más violencia.

Recuerde que el predio «Las Tablas» -vecino de «La Punta»- pasó por similar situación, incluso, en el tráfico de tierra estuvieron involucrados políticos del PRD que gobernaron el municipio de Valle de Chalco.

E igual a ese predio de «Las Tablas» fueron llevados aspirantes al poder público en el Estado de México, en la pasada elección a gobernador, pero ninguno resolvió el conflicto social, los asesinatos por el despojo de tierra y la violencia.

«Las Tablas» vivió su momento de terror, porque incluso había un grupo armado que se decía pertenecer a la Familia Michoacana para cometer los despojos y asesinar a colonos que se resistían; además, de que tenía relación con funcionarios municipales en el gobierno del PRD de Jesús Sánchez Isidoro.

Una muestra de la violencia por este predio en «Las Tablas» fue el asesinato del ex alcalde y entonces candidato a diputado federal por el PRD, Miguel Ángel Luna Munguía, a cinco días de que se realizaran las elecciones de junio de 2015 en Valle de Chalco.

Ante estos antecedentes, la pregunta cabe: ¿a qué llevan a Delfina Gómez a una zona irregular, en conflicto social, con violencia. ¿A lucrar con el voto? ¿A prometer que permitirá una invasión mayor? ¿A escuchar reclamos? ¿A qué fue?

Delfina Gómez, quien tiene una alta posibilidad de poner en aprietos al PRI y ganarles la gubernatura, no debe de dar mensajes de permitir la ilegalidad para ganar votos el próximo mes de junio.

Delfina Gómez fue llevada al predio «La Punta» por Francisco Tenorio, un ex perredistas que controló varios trienios una regiduría con sus familiares y fue candidato de Morena a la alcaldía de Valle de Chalco en el pasado proceso electoral.

Obvio que Francisco Tenorio y grupo quieren lucrar con los votos de aquellos colonos que viven en «La Punta» con la falsa promesa de que sí llega Delfina Gómez, al gobierno del Estado de México, su problema «se resuelve por arte de magia».

Pero eso no es cierto, hay un litigio por las 45 hectáreas del predio «La Punta» que debe ser resuelto por las autoridades correspondientes y no bajo promesas de políticos, ya sean de Morena, PRD, PRI u otro.

Qué Delfina no se equivoque y que sus operadores políticos no la expongan a caer en promesas ilegales. El PRI y el gobierno del Estado de México sólo esperan que comenta errores de este tipo para golpetearla políticamente. Al tiempo.

PARA EL ARCHIVO…

Para el alcalde perredista de Valle de Chalco, Ramón Montalvo Hernández, fue un error llevar a Delfina Gómez a un lugar como «La Punta» por ser una tierra en litigio. No se puede abanderar lo ilegal como el de fomentar colonias infrahumanas.

«La Punta» no sólo es lucrativo por los votos a candidatos, sino también económicamente porque cada lote tiene su costo.

El que se dice comisario ejidal de Tlaltenco, Francisco Jiménez Ramos, le pidió a la presidenta de la asociación «Unidos por un Pedazo de Tierra», Alicia García Hernández, 15 millones de pesos, 200 lugares de 500 metros y que le vendiera 10 hectáreas a Soriana para una plaza, con tal de que se resuelva el conflicto.

En ese nivel de intereses meten a Delfina Gómez sus operadores políticos de Morena en el municipio de Valle de Chalco. No le conviene porque dañarían su imagen como profesora y como alcalde de Texcoco, donde se opuso a la creación de colonias irregulares.