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OAXACA, Oax. 24 de marzo de 2017.- El arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, consideró que rememorar el pasaje bíblico de La Samaritana, trasmite a la sociedad esperanza, vida y alegría.
En una conmemoración que trasciende la religión católica y unifica en una tradición al pueblo de Oaxaca “es el agua viva el respeto, el amor y la verdad la que nos va llevando a darnos con lo mejor que somos”.
Durante su mensaje, en el atrio de La Sangre de Cristo, donde ofrecieron aguas frescas de las distintas parroquias, pidió escuchar “a Jesús sentado en el brocal del pozo de tu universidad, de tu familia, de tu lugar de trabajo” y cultivar el encuentro respetuoso y en la verdad.
Consideró que en nuestros días se corre el riesgo de olvidar las raíces, por eso es importante conservar la costumbre en las calles, en los comercios, en las plazas y atrios.
“El encuentro, el diálogo y la identidad son los mensajes de La Samaritana, todos la necesitamos para vivir mejor”.
En Oaxaca, agregó, estamos privilegiando más los desencuentros, los monólogos agresivos y las máscaras de identidad; por eso es importante el encuentro con el respeto y la verdad.
“En esos encuentros nos vamos conociendo mutuamente, con nuestras capacidades, debilidades y vacíos, al reencontrarnos nos reconocemos y comenzamos a querernos y enriquecernos mutuamente”,
Conocer, dijo, como La Samaritana, que descubrió algo más importante en aquel judío que la trató con respeto y aprecio “el agua viva que invita a conocer el don de Dios a través del diálogo con verdad y con respeto”.
Es el camino, expuso, para una auténtica amistas, para la superación y realización, en personas constructivas que siempre proyectan vida y de familias sólidas en la unidad.
“Busquemos el agua viva y no bebamos de pozos contaminados, el agua del vicio, del poder, del dinero, del placer; nunca es fácil, siempre va llevando a más y a más”, mencionó.