No estuvo Alejandra de Moral a la altura de las exigencias electorales

No estuvo Alejandra de Moral a la altura de las exigencias electorales

En campaña fue reorientada por parte del equipo de Alfredo del Mazo

Para 2018 sería una pesadilla para Del Mazo tener mayoría de Morena en LX Legislatura

Y dejar en poder de oposición los ayuntamientos más importantes

Por eso debe poner atención en relevo de la dirigencia estatal del PRI

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Entre los movimientos que deberá realizar Alfredo del Mazo Maza para evitar que su partido: el Revolucionario Institucional (PRI) sufra una gran derrota electoral en los comicios locales del 2018, destaca el relevo, antes de fin de año, de Alejandra del Moral Vela en la Presidencia del Comité Directivo Estatal (CDE), pues no estuvo a la altura de las exigencias electorales.

De hecho, el propio Del Mazo se percató de las deficiencias de la actual dirigente estatal priísta, quien perdió días importantes en ejecutar estrategias de fortalecimiento de la estructura estatal, al enfocarse en los eventos de campaña, los templetes a su lado y el enfrentamiento con “+ Fortalecimiento Partidista” que encabezó Juan Pedro García.

Alejandra del Moral, quien pasó de la Secretaría del Trabajo al CDE del PRI, con el objetivo de fortalecer la campaña por su figura femenina y la fuerte candidatura en un inicio de Josefina Vázquez Mota, de Acción Nacional (PAN) y luego de Defina Gómez Álvarez, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), perdió la brújula en los primeros días de campaña, luego quiso recomponer, pero al final se vio rebasada por los diversos personajes de peso que respaldaron los trabajos proselitistas.

Pero vayamos por partes. Del Moral debía ganar terreno en la opinión pública y restar fuerza a las dos mujeres con las que competía Alfredo del Mazo, pero lejos de ello comenzó la campaña como protagonista, haciendo guiños a los fotógrafos que cubrían los actos y ganar la posición número dos en el templete, lo que para nada era lo que necesitaba el abanderado.

Por ello el equipo del candidato buscó poner orden, haciendo ver a Del Moral que estaba cometiendo errores, en virtud de que su objetivo debía centrarse en el fortalecimiento de las bases del PRI y la unificación de los grupos en cada uno de los municipios mexiquenses, fundamentalmente los prioritarios por el número de votos que representan y aquellos donde PAN y Morena tenían sembradas sus esperanzas.

Concretamente se le pidió a la líder priísta que se hiciera cargo de la campaña sin candidato, evitando seguir al candidato por el estado, pues esto significaba una doble tarea. El CDE del PRI no podía duplicar la estrategia de campaña, ni de comunicación política que estaban en la esfera de competencia del equipo del candidato, sino más bien visitar los sitios opuestos a donde se paraba Del Mazo.

Sin embargo, la presidenta del CDE destinó mucho tiempo en tratar de detener a la estructura que venía acompañando a Del Mazo, desde antes de definirse como el candidato de la coalición PRI-PVEM-Nueva Alianza-Encuentro Social: “+ Fortalecimiento Partidista”, de Juan Pedro García, con quien mantenía una rivalidad política personal.

Del Moral y Juan Pedro García coincidieron en 2015 durante los comicios de gobernador en Querétaro, donde la primera referida fungió como delegada general del CEN del PRI y el segundo era estratega de la campaña del actual mandatario Francisco Domínguez Servien, en tanto que Paul Ospital Carrera, actual esposo de la dirigente priísta, competía por el tercer distrito de aquella entidad.

Ospital asumió a finales de Febrero la Presidencia del Instituto Nacional de Capacitación y Desarrollo Político (ICADEP) del CEN del PRI, días después de que Del Moral rindió protesta como presidenta provisional por prelación del CDE.

La mala fortuna del PRI y del abanderado Roberto Loyola Vera, así como la buena estrategia y unidad del PAN, arrastraron a Alejandra del Moral y a su esposo Ospital a la derrota, por eso en los comicios pasados, pesó la rivalidad personal, aunque ello desnuda la falta de madurez política de una mujer que no pudo centrarse en una coyuntura diferente donde el enemigo estaba fuera del tricolor.

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