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LONDRES, 13 de agosto de 2017.- El primer mexicano en alcanzar la final del salto de altura en el Mundial de atletismo rasguñó una medalla de bronce y quedó con sentimientos encontrados.
Edgar Rivera quedó cuarto tras saltar para 2.29 metros, superado por el sirio Majd Eddin Ghazal en la cuenta de fallos de la final.
“Estoy contento por el cuarto lugar, la verdad no me esperaba un resultado así”, dijo Rivera, de 26 años.
Su presencia en la final de la modalidad fue inédita para el atletismo mexicano, y Rivera quedó cerca de emular el bronce que Luis Rivera, su hermano mayor, obtuvo en el salto de longitud en el Mundial de Moscú 2013. Ese fue el primer podio en una prueba de campo de los mundiales.
El menor de los Rivera dijo que palpitó el bronce como suyo al realizar tres intentos que sin embargo fueron vanos para superar los 2.32 metros, y más en la última tentativa de la noche en el Estadio Olímpico de Londres.
“Sentí que me tragaba al estadio. Estaba muy emocionado, con mucha adrenalina”, describió Rivera, quien disputó su tercer Mundial. “Hasta casi iba llorando en la carrera porque creía podía llevarme el bronce. Sentí que mis piernas me llevaban solo, pensaba que superaba la varilla y, cuando la toqué, no creía que se caía”. Su deseo es acudir al Mundial de 2019 junto a Luis.