Derriban a pilotos de EU sobre el Mar Rojo; se presume fuego amigo
MADRID, España, 15 de octubre de 2017.- En el marco del el VIII Congreso Internacional en Gobierno, Administración y Políticas Públicas GIGAPP 2017, titulado Gobernando el futuro: Iberoamérica en la encrucijada, que se llevó a cabo del 25 al 28 de septiembre, el Mtro. Ángel Rodolfo Uribe González participó como ponente con el trabajo “Inteligencia Ciudadana como eje de la prevención social de la violencia y la seguridad humana” y coordinador la mesa “Repensando las Política Públicas para la Violencia y la Delincuencia en Iberoamérica: pendientes y desafíos”.
Uribe González planteó que la violencia social y la de género forman parte del mismo fenómeno; que combinadas con entornos marcados de desigualdades sociales, marginación, pobreza, hacinamiento, delincuencia organizada, entre otras problemáticas sociales, han potencializado factores que vulneran los derechos fundamentales de los seres humanos; situación que profundiza más con los grupos más vulnerables de la sociedad: mujeres de todas las edades, niños, adultos mayores, personas con discapacidad, minorías culturales, entre otros.
Señaló que en nuestro país, para hacer frente a la situación anterior y minimizar los altos costos financieros y humanos que han de los últimos años, la agenda nacional posicionó a la prevención social de la violencia y la delincuencia como uno de los temas principales a partir del año 2012. Que, sin embargo, han pasado casi 6 años y la ola de violencia y delincuencia sigue siendo creciente y la percepción de seguridad sigue siendo negativa. Las y los mexicanos, en su mayoría, vivimos atemorizados de que cualquier día pasemos a engrosar las cifras de víctimas. La situación anterior ha agravado la desconfianza en las instituciones públicas, sobre todo en aquellas encargadas de la procuración y administración de justicia y en los grupos policiales.
La propuesta que presentó tiene que ver con la participación activa de la ciudadanía. Si bien no es de ninguna manera quitarle la rectoría de la fuerza al Estado ni minimizar su responsabilidad en garantizar la seguridad, es crear un modelo en el que la ciudadanía tenga herramientas para reconocer y atender los principales factores de riesgo de su entorno y así minimizar el fenómeno de la violencia y la delincuencia, en los tres niveles conocidos ya de la prevención: primaria, secundaria y terciaria.
Afirma que el tema de la prevención social de la violencia y la delincuencia, en la medida que la población desarrolle una cultura de inteligencia ciudadana, conjugado con la unión con las instituciones encargadas de la seguridad y la procuración y administración de la justicia, podrá verse un movimiento a la baja de los indicadores delictivos y podremos vislumbrar resultados más optimistas.
¿A qué le llama inteligencia ciudadana? Desde una visión muy general la Inteligencia Ciudadana que se propone implica que una sociedad cohesionada sea capaz de identificar los factores de riesgo de su entorno y así proponer, poner en marcha y evaluar acciones que disminuyan la probabilidad de que se comentan actos violentos y delictivos.
Lo anterior permitirá integrar a la población y al gobierno en los procesos de recolección, procesamiento, ejecución y evaluación de información objetiva, oportuna y precisa a fin de obtener una participación colectiva en políticas públicas, programas, estrategias y acciones y así concretar una verdadera voluntad política, que persista a pesar de los cambios de las administraciones.
Hablar de prevención social de la violencia y delincuencia es hablar de procesos de transformación y fortalecimiento individual, familiar y comunitario, que permiten la convivencia pacífica, la vigencia de los derechos humanos, mejorar las condiciones de seguridad y elevar la calidad de vida de las personas.
Actualmente, en las áreas encargadas de la Prevención del Delito se elaboran, en el mejor de los casos, diagnósticos participativos. Sin embargo, sus resultados pocas veces se cruzan con la información que generan las áreas de inteligencia. La propuesta es que sean las áreas de inteligencia las que generen la información a partir de la cual se implementen las políticas públicas, programas, estrategias y acciones en materia de prevención.