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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de enero de 2018.- El heptacampeón de Fórmula Uno, Michael Schumacher, cumple hoy 49 años, un aniversario que inclina más al recuerdo que a la celebración a los admiradores de todo el mundo de un ídolo irrepetible, al que un accidente de esquí apartó de la vida pública hace cuatro años.
El mito de Schumacher sigue presente entre sus compatriotas alemanes, sea a través de los mensajes que cuelga en su cuenta oficial en Twitter su «administradora» y ex manager, Sabine Kehm, o a través de la carrera de su hijo, Mick Schumacher, de 18 años y piloto de Fórmula 3.
Puntualmente aparece también en los medios su hija Gina Maria, de 20 años y consagrada a la equitación, cuyos éxitos en este deporte mucho menos mediáticos que el automovilismo sirven ineludiblemente para aludir a la «leyenda» Schumacher.
El puntal de su existencia es Corinna, su esposa desde 1995 y madre de Mick y Gina Maria, quien comparte con la manager Kehm la tarea de representar a su marido en actos públicos, honores o galas benéficas.
Ambas mujeres son el canal de transmisión de las pocas informaciones autorizadas que transcienden sobre la vida del expiloto desde que el 29 de diciembre de 2013 sufrió el accidente de esquí en los Alpes franceses.
Son muchas las conjeturas que han tenido que frenar, sea sobre supuestas mejoras, un deterioro fatal en su estado o dificultades financieras de la familia para hacer frente a los enormes gastos de su atención.
Lo cierto es que no ha circulado ni una foto del expiloto alemán desde la caída en la estación invernal de Méribel que le produjo un traumatismo craneoencefálico, le dejó en coma durante seis meses y luego en estado vegetativo.
La salud de Schumacher es asunto privado, por fuerte que haya sido la presión mediática en estos cuatro años y muy especialmente en las semanas siguientes al accidente, cuando el aparcamiento de la clínica de Grenoble (Francia) donde se le trataba se convirtió en un plató televiso para medios de todo el mundo.
Las ansias por hacerse con una foto del ídolo caído eran enormes y se dieron episodios poco afines con la ética periodística, como el caso de un reportero que se disfrazó de religioso para tratar de acceder a la planta donde se encontraba.
Schumacher despertó del coma seis meses después del accidente. De la clínica fue trasladado a un centro de rehabilitación en Lausana (Suiza) y de ahí al chalet familiar de Gland, acondicionado por Corinna para brindarle la atención que precisa.
Se supone que un equipo médico vela por su estado y le atiende día y noche, pero ninguno de los implicados ha roto el cerco de discreción.
La cuenta oficial en Twitter de Schumacher tiene 44 mil 300 seguidores, pese a que su último mensaje, del 20 de diciembre, consistía en una foto suya a bordo de su bólido de ese mismo día, pero en 1992.
Fue el día en que ganó el Gran Premio de Bélgica, la primera de las 91 victorias en Fórmula Uno que acumuló.