
Condenan a 72 años de prisión a 2 responsables de robo y homicidio
MORELIA, Mich., 7 de junio 2018 .-La extracción de madera ilícita, la pobreza e incluso el surgimiento de grupos delictivos han hecho de la meseta purépecha un lugar cada vez más difícil para vivir. Es cierto, ante la falta de empleo, algunos artesanos se han visto en la necesidad de tomar madera ajena.
Pero también, desde hace poco más de una década se instalaron grupos delictivos que fueron a golpear la ya endeble economía regional.
La situación es clara: la región de la meseta ha perdido más del 60 por ciento de su zona boscosa; hay un elevado índice demográfico, y un olvido por parte de los gobiernos, sobre todo de nivel federal que ha limitado la entrega de presupuesto, mientras que las necesidades siguen creciendo, lo mismo que los problemas.
En la ciudad de Uruapan dos comuneros de Capacuaro murieron y uno más resultó lesionado tras enfrentarse a balazos con integrantes de la Policía Michoacán. De esta corporación un elemento resultó herido de bala. Según fuentes policiales todo se debió a que los indígenas no llevaban consigo los documentos que acreditara la legalidad de la madera que transportaban en un camión.
Los hechos ocurrieron a las 13:00 horas aproximadamente en las calles de Michoacán y Durango de la colonia Francisco J. Múgica de la ciudad de Uruapan. Los policías detuvieron al conductor para revisar la legalidad de la madera, discutieron y se hicieron de palabras, luego salieron a relucir las armas y hubo varios disparos.
En el lugar quedaron tendido dos comuneros, entre ellos un menor de edad; uno más resultó lesionado, lo mismo que un policía. Ambos fueron trasladados a un hospital. La policía detuvo a cuatro civiles que acompañaban a las víctimas.
Al enterarse de lo ocurrido, comuneros de Capacuaro (a unos 30 kilómetros de Uruapan), bloquearon la carretera Uruapan-Carapan a la altura de la desviación a Los Reyes. Luego incendiaron una camioneta y atravesaron un tráiler en la carretera, mientras que otro grupo se plantó frente a la Fiscalía Regional de Uruapan para exigir la liberación de sus cuatro compañeros detenidos y la entrega de los restos de los dos abatidos por la policía.
Ante la presión de los comuneros, la Fiscalía Regional entregó los restos de los dos comuneros, mientras que sus compañeros en Capacuaro retuvieron más vehículos que amenazaron con incendiar sino eran liberados los cuatro detenidos.
La versión oficial de la Secretaría de Seguridad Pública señala que personal que realizaba patrullajes fue agredido por civiles armados que viajaban a bordo de un vehículo cargado con madera, lesionando a dos oficiales, por lo que al repeler resultaron fallecidos dos de los agresores y se detuvo a cuatro más.
“En un filtro de revisión en la Calzada Benito Juárez, a la altura de una sucursal bancaria, cuando el personal policial le marcó el alto a los ocupantes del vehículo cargado con madera y éstos dispararon contra los elementos”.
Nuevamente hay conflicto, y Capacuaro es una comunidad purépecha que frecuentemente está en dificultades. Pero lo cierto es que no es un solo factor el que provoca los conflictos, como se mencionó al principio, sin dejar de desconocer que la policía no se ha caracterizado por el respeto de los derechos humanos.
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