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CIUDAD DE MÉXICO, 08 de mayo de 2019.- Durante siglos las epidemias de viruela mermaron a las poblaciones humanas. Enfermedad letal que acabó con centenares de personas y que fue erradicada en los 70 a través de la vacunación, señaló Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Edward Jenner, conocido como el padre de la inmunología, creó la vacuna de la viruela a partir de las lesiones de ésta en las vacas. Tomaba muestras de pus y las inoculaba en personas.
“Con este procedimiento el sistema inmune aprendió a defenderse y así las personas no morían de viruela”.
De acuerdo a un comunicado de la Máxima Casa de Estudios, desde entonces, surgieron las primeras prácticas de vacunación. Posteriormente, el proceso se perfeccionó y se desarrolló de forma industrial para aplicarse a través de una jeringa.
“Gracias a la vacunación masiva realizada en todo el mundo, actualmente la viruela desapareció de la faz de la Tierra”, destacó Wong Chew.
¿Las vacunas hacen daño?
De acuerdo con la investigadora universitaria, las vacunas se producen a partir de gérmenes que causan alguna enfermedad específica, ya sean virus, bacterias o parásitos.
Primero, se produce esta bacteria o virus de forma masiva, luego se rompen o se matan y quedan fragmentos que al introducirse en el organismo ayudan al sistema inmune a producir anticuerpos que son la defensa contra esa enfermedad.
“No causan efectos negativos porque el virus es tratado para no causar daño o la misma enfermedad”, enfatizó Wong Chew.