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TOLUCA, Edomex., 10 de mayo de 2019.- Con tres hijos de 24, 27 y 28 años, la señora Irma García quiere seguir enseñándoles que a pesar de las dificultades que se pueden presentar en la vida, se puede seguir disfrutando de ella, pues tras su divorcio no se dio por vencida y dijo orgullosa, hoy sus hijos son profesionistas.
“He descubierto que soy una mujer fuerte y valiente, porque a pesar de todo estamos dándoles un ejemplo de que sí se puede y sin importar las circunstancias, la vida es bonita… Me ha sido difícil porque los veía tristes, pero Dios ha mandado ángeles y han salido adelante”, expresó.
Como madre, una meta que aún tiene es enseñar a sus hijos que el amor y un matrimonio sí pueden ser para ellos, pues al ver la situación de sus padres creían que para ellos tampoco funcionaría, “es lo que quiero seguir enseñándoles, que el matrimonio es bonito y si la pareja falla ya no es cuestión de uno, no es nuestra culpa, lo importante es la comunicación”, expresó.
Ser madre tras un divorcio es complicado, pero el lazo con un hijo nunca se rompe, comparte también Nohemí Sierra, quien de igual forma vivió una separación; sin embargo, el amor, comprensión y atención siempre estuvo para sus tres hijos.
“Yo siempre les inculqué a mis hijos que lucharan por ellos, son autosuficientes, y en cuestión profesional también siempre anhelen salir, …he sido exigente, pero antes que madre me considero su amiga”, expresó.
Nohemí Sierra, tras su experiencia decidió crear la Casa Azul, lugar en el que mujeres con la misma situación tienen un espacio de esparcimiento, creando artesanías, manualidades y sobre todo de convivencia para acompañarse y salir adelante.
“La mujer tiene el gran privilegio de ser creadora de vida, tenemos una gran responsabilidad, pero no nos debemos sentir defraudadas cuando ellos tengan sus equivocaciones, porque también tienen derecho a formar sus experiencias, pero siempre con cariño y tolerancia”, compartió.