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Ecatepec, Méx.- 28 de julio 2020.- Como parte de los trabajos de rehabilitación y cuidado para caballos maltratados que realiza personal de la Policía Montada de Ecatepec, dos equinos víctimas de violencia animal y un tercero que se jubiló de este agrupamiento fueron reubicados en un recinto para equinos del estado de Puebla.
Luego de tres horas de viaje en carretera, finalmente El Mosquito y El Pancho arribaron al santuario para equinos Cuacolandia, localizado en dicha entidad, donde pasarán el resto de sus días alejados del maltrato y trabajo excesivo que durante años les dieron sus anteriores propietarios.
A este par de caballos los acompaña El Tostón, jubilado del agrupamiento de la Policía Montada de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Ecatepec, tras servir por más de 10 años a la seguridad de la ciudadanía y que por su avanzada edad presentaba cataratas en ambos ojos y problemas óseos.
Armando Alcántara, titular de Normatividad de la Dirección de Medio Ambiente y Ecología de Ecatepec, recordó que en abril pasado El Mosquito fue rescatado de calles de la colonia Granjas Valle de Guadalupe, cuando cargaba sobre su lomo una carreta llena de material de construcción.
Agregó que El Pancho llegó al parque Ehécatl por una donación, pues el equino presentaba una lesión en una de sus extremidades, debido a que era empleado en carreras clandestinas.
Luego de tres meses de cuidados en las caballerizas de la Policía Montada, El Mosquito se recuperó del estado severo de desnutrición y deshidratación que presentó a su arribo; sin embargo, a consecuencia de una lesión en su ojo izquierdo el ejemplar perdió la vista.
Jorge Alberto Cruz Luna, médico veterinario encargado del agrupamiento de la Policía Montada y la Unidad Canina, en lo que va de la administración suman cinco rescates de equinos que sufrían maltrato.
Elena Larrea, encargada de Cuacolandia, aseguró que 95% de los caballos del santuario fueron recuperados de maltrato en municipios del Estado de México, sobre todo La Paz, Nezahualcoyotl, Tultitlán, Cuautitlán y por primera vez reciben tres ejemplares de Ecatepec.
«No damos caballos en adopción porque normalmente quien adopta es porque los quiere trabajar. Cuando llegan aquí forman manadas, pastan libres y no tenemos algún uso para ellos, son caballos que han servido al humano toda su vida y lo que merecen es un descanso», mencionó.
Cuacolandia dio refugió a cerca de 42 caballos que eran empleados para pasear turistas en las calandrias de Acapulco, Guerrero.