Llaman a extremar precauciones en Nevado de Toluca durante temporada invernal
Toluca, Edomex, 26 de diciembre de 2020.- El Estado de México guarda una historia y gran variedad gastronómica que ofrece sabores únicos. Estos platillos resaltan los sabores, colores y variedad gastronómica de la entidad mexiquense.
En los municipios de Texcoco y Capulhuac son dos lugares donde encontrarás la mejor barbacoa. Se caracteriza por la cocción de carne de borrego o de chivo en pencas de maguey en horno de tierra. Una técnica de origen prehispánico. Se acostumbra comer con tortilla de maíz en forma de tacos acompañados de cebolla, limón, una salsa picosa y un tradicional pulque de la región.
En Amecameca encontrarán los mejores mixiotes, este manjar se caracteriza por cocer al vapor diferentes tipos de carne y salsas dentro de una hoja que proviene de la membrana de la penca de maguey. En particular, puede ser la carne de cerdo en salsa verde con nopales y epazote o el pollo con salsa de chile guajillo con clavo, nopales, comino y epazote.
Otro de los platillos tradicionales para deleite de turistas y visitantes es la pancita, consiste en un caldo de estómago de res o borrego que se condimenta con salsa de chiles pasilla y chilaca, además de ajo y epazote. Se llega a servir con cebolla picada, limón orégano y tortillas. Esta preparación la encuentras en Naucalpan y Metepec.
Si de tacos se trata, los obligados son los que se ofrecen en Toluca, capital del estado, este típico platillo lo encontrarás en múltiples variedades, sin duda, los tacos de queso fundido con chorizo es una maravilla gastronómica que hará feliz a tu paladar. El contraste del queso derretido y su sabor suave, junto con el potente sabor del chorizo frito y sus fuertes especias, hacen de este platillo un gran favorito de la población.
Los tamales de capulín en Tlalmanalco, los de hongos en Ocuilán, Chalma y Malinalco, y los totomoches de Zumpango son una verdadera delicia. Pueden estar rellenos de un sinfín de alimentos como hongos, chapulín, totomoches, rajas, ayocote, capulín y muchos más.
La gastronomía del estado se enriquece también con delicias como las carnitas, los pescados que provienen de sus muchos cuerpos de agua, como las truchas y las carpas empapeladas o en un estilo muy similar al pescado a la talla.
Hay desde luego más sabores distintos, como los que provienen de la tierra, y aquí podemos mencionar los nopalitos en chipotle, el huitlacoche en quesadilla o con crema, la flor de calabaza, los hongos silvestres que se sirven en una caldosa y humeante sopa, las chalupas mexicanas que se preparan con frijoles, o esporádicamente con habas, los sensacionales tamales que parecen tener un sabor y método de preparación diferentes, de acuerdo con las costumbres de cada región.
Tampoco hay que olvidar los quesos, que son como parte de la tierra, porque vienen de las vacas, de las cabras, de las chivas y de otras tradiciones que la gente de estos sitios aprendió ya hace mucho tiempo, como los quesos de hebra, los rancheros y los requesones que a veces se sirven en hoja de maíz. En el Pueblo Mágico de Aculco, se produce una gran variedad de quesos artesanales.
Todas esas delicias no pueden dejar de probarse sin una buena bebida. Para ello hay que saborear los ricos licores de frutas que se producen, por ejemplo, en Tenancingo, los moscos procedentes de Toluca y desde luego los curados de pulque que son toda una tentación, al igual que los tepaches y atoles.
El pulque es una de las bebidas prehispánicas del Estado de México con mayor tradición y diversas historias de su origen. Su elaboración consiste en la fermentación del aguamiel que se extrae del agave pulquero, una variedad de maguey que crece especialmente en esta localidad por su suelo rocoso y clima seco.
Uno de los mitos populares que envuelve esta bebida, también conocida como bebida de los dioses, es que fue resguardada por deidades llamadas Centzon Totochtin (cuatrocientos señores conejos), a quienes se les rendía culto por haber compartido su tesoro con los humanos. En Jiquipilco existe una importante feria dedicada a esta bebida.
Las regiones de los Volcanes, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides, Otumba, Tepetlaoxtoc e Ixtapaluca, se dedican a esta actividad y han logrado innovar y diversificar productos basados en este cultivo.
El pinole, una harina de maíz tostado mezclada con piloncillo y canela, es muy consumido en Metepec, Tenango del Valle y Toluca, se añade principalmente en atole.
Una opción más refrescante es la garapiña de Toluca, una bebida fermentada similar al tepache, pero con un sabor un poco más sutil, y a la vista, suele ser más clara, pues se prepara con pulpa de piña y azúcar.